Muere el Departamento de Educación: Trump lo elimina y cambian las escuelas para siempre en todo el país
Descubre qué cambios sufrirán las instituciones educativas a partir de ahora.
El 20 de marzo, el presidente Donald Trump firmó un decreto ejecutivo para eliminar el Departamento de Educación de los Estados Unidos, devolviendo la autoridad educativa a los estados y comunidades locales.
Este cambio, liderado por la nueva secretaria Linda McMahon, promete transformar la gestión de las escuelas y universidades en todo el país.
Sin embargo, la medida ha generado un intenso debate. Mientras algunos celebran la descentralización, otros advierten que podría debilitar protecciones federales clave, como la igualdad de acceso y los derechos civiles.
¿Cómo afectará esto a estudiantes, docentes y familias? Aunque la propuesta necesita la aprobación del Congreso, su impacto podría ser irreversible.
¿Qué pasará con las escuelas en todo el país?
La desaparición del Departamento de Educación no significa el fin de todas las leyes federales educativas, pero la responsabilidad recaerá en los estados, lo que podría llevar a una implementación desigual de programas clave. Algunos de los afectados incluyen:
Programas para estudiantes con discapacidades: podrían continuar, pero con menos supervisión federal.
Ley de Educación Primaria y Secundaria (ESEA): su aplicación podría variar significativamente entre estados.
Fondos Title I: diseñados para escuelas con altos índices de pobreza, podrían sufrir retrasos y desorganización en su distribución.
Estos cambios podrían afectar especialmente a las comunidades más vulnerables, donde los recursos educativos ya son limitados.
¿Qué pasará con las universidades?
Para las instituciones de educación superior, la eliminación del Departamento de Educación podría alterar la distribución de fondos federales y la gestión de préstamos estudiantiles. Algunos escenarios posibles incluyen:
Traslado de programas: los préstamos estudiantiles y becas podrían ser administrados por otras agencias, como el Departamento del Tesoro, o incluso por entidades privadas.
Becas Pell: aunque cuentan con apoyo bipartidista, podrían enfrentar cambios en su administración.
Programas de perdón de préstamos: iniciativas como el perdón por servicio público podrían recortarse o reestructurarse.
Esta incertidumbre podría generar retrasos y complicaciones para estudiantes y universidades, especialmente para aquellos de bajos ingresos.