La empresa que Elon Musk no quiere que sepas que está a punto de quebrar: el error que la llevó al fracaso
Una de las principales inversiones del magnate más importante del mundo podría caer en picada pronto. Descubre de qué se trata.
Elon Musk es uno de los empresarios más exitosos del mundo, desde Tesla hasta SpaceX sus inversiones han realizado increíbles avances tecnológicos y generado millones de dólares. Sin embargo, no todos sus emprendimientos tienen los mismos resultados y, tal vez, el más famoso de todos se encuentra en problemas: X.
La red social atraviesa una complicada situación financiera desde que el magnate sudafricano la compró en 2022, en su momento conocida como Twitter, y sus más grandes prestamistas amenazan con deshacerse de una una parte de la deuda de USD 13 mil millones que él aún tiene pendiente.
¿Qué llevó a esta empresa a alcanzar este punto crítico?
El elevado nivel de deuda asumido por X para financiar la compra de Twitter ha sido uno de los principales factores que han complicado su situación. A pesar de que se introdujeron nuevas funciones y mejoras, la plataforma no ha logrado generar los ingresos necesarios para cubrir sus costos.
Musk también había asegurado que la empresa sería rentable en meses, pero con más de 1,000 millones de dólares en pagos anuales por intereses, el panorama sigue siendo incierto. Los bancos, como Bank of America, Morgan Stanley y Barclays, intentan minimizar sus pérdidas, esperando vender la deuda a una tasa más baja.
Aunque algunos inversores aún mantienen la esperanza de que la vinculación de Musk con Donald Trump podría mejorar la situación financiera de X, la realidad es que los problemas siguen creciendo, y la compañía no ha logrado cumplir con las expectativas que se generaron tras la compra.
Elon Musk no quiso comprar Twitter: la batalla con los bancos
A pesar de haber realizado la oferta inicial, en 2022, Musk libró una batalla legal para intentar desistir de la compra de Twitter, lo que complicó aún más su situación financiera y la de los bancos que lo financiaron.
Después de firmar el acuerdo por 44 mil millones de dólares, Musk expresó su deseo de anular la compra, citando preocupaciones sobre las cuentas falsas en la plataforma. Sin embargo, tras una serie de litigios y una demanda de Twitter para hacer cumplir el acuerdo, Musk finalmente se vio obligado a seguir adelante con la adquisición en octubre del mismo año.
Esta prolongada disputa afectó su capacidad para manejar la deuda contraída con las instituciones que hoy buscan liberarse de ella. El riesgo de incumplimiento aumentó debido a las dificultades económicas y los cambios en la plataforma, lo que obligó a los bancos a reconsiderar sus estrategias de venta de la deuda para evitar pérdidas mayores.