El avión más poderoso del mundo no es de Estados Unidos: podría ganar una guerra y preocupa a Trump
El desarrollo de este avión plantea una incógnita sobre el futuro de la supremacía aérea de Estados Unidos.
El equilibrio de poder en el sector aeronáutico militar podría estar cambiando. En el último Airshow China, celebrado en Zhuhai, se presentó oficialmente el Su-57E, una versión de exportación del caza ruso de quinta generación Su-57.
Este modelo ha despertado un gran interés en el mercado internacional y se perfila como una seria competencia para los aviones de combate de estadounidenses.
Con capacidades avanzadas, un costo menor que sus rivales estadounidenses y una versatilidad en combate sin precedentes, el Su-57 ha generado preocupación en la administración de Donald Trump, que observa con cautela cómo el dominio aéreo de Estados Unidos podría verse amenazado.
El único avión de combate que pone en alerta a Donald Trump
El Su-57 es el único avión de combate de quinta generación fuera de Estados Unidos capaz de operar en entornos con sistemas de defensa aérea avanzados. Su diseño innovador y su tecnología furtiva le permiten evadir radares modernos como los Patriot, NASAMS e IRIS, utilizados por la OTAN y otras fuerzas occidentales.
Entre sus principales características destacan:
- Alta maniobrabilidad, gracias a su diseño aerodinámico avanzado.
- Velocidades supersónicas sin postquemadores, lo que le otorga mayor autonomía y menor detección.
- Capacidad de porta misiles de crucero X-69, de baja detectabilidad.
- Estructura sigilosa, con materiales que reducen su firma de radar.
Según Rostec, el consorcio estatal ruso que fabrica el Su-57, este avión ya ha sido probado con éxito en escenarios de combate reales, lo que refuerza su reputación como una aeronave de élite.
¿Por qué el nuevo avión de combate ruso preocupa a Estados Unidos?
El Su-57E ha despertado interés en varios países que buscan alternativas a la tecnología militar estadounidense, lo que podría modificar la dinámica del mercado global de defensa. Esto representa un desafío para Estados Unidos, que hasta ahora ha dominado con modelos como el F-22 Raptor y el F-35 Lightning II.
Uno de los factores clave que lo hacen competitivo es su precio más accesible. Mientras que un F-22 cuesta alrededor de 143 millones de dólares y un F-35 ronda los 82,5 millones, el Su-57E se estima entre 35 y 40 millones de dólares, lo que lo convierte en una opción atractiva para países con presupuestos de defensa más ajustados.
Además, su versatilidad es otro punto a favor:
- Su-57: diseñado tanto para combate aire-aire como aire-tierra, con misiones ofensivas y de superioridad aérea.
- F-22 Raptor: enfocado en superioridad aérea, pero con limitaciones en ataques a objetivos terrestres.
- F-35 Lightning II: una caza multifuncional con combinación de inteligencia y ataques de precisión, pero con menor maniobrabilidad en combate cercano.
La capacidad de maniobra extrema del Su-57 en enfrentamientos de corto alcance es una ventaja táctica que preocupa a la administración Trump, que ve cómo este avión podría desafiar el dominio aéreo estadounidense en conflictos futuros.
¿Qué países tendrán el avión de combate más potente del mundo?
El Su-57E ya ha concretado acuerdos de compra con varios países interesados en fortalecer sus capacidades militares sin depender de tecnología occidental. Su autonomía de hasta 3.500 kilómetros y su capacidad de adaptación a diversos escenarios lo hacen ideal para naciones con necesidades defensivas estratégicas.
Según expertos militares, Rusia podría seguir mejorando el Su-57 con:
- Motores más eficientes, que aumentan su autonomía y rendimiento.
- Integración de inteligencia artificial, para mejorar la toma de decisiones en combate.
- Versiones no tripuladas, que reducen riesgos y amplían sus capacidades operativas.