Descubrimiento científico sin precedentes: hallan una nueva terapia que combate el cáncer y detiene la formación de tumores
Este reciente avance de la ciencia podría modificar definitivamente los tratamientos de estas enfermedades.
Los tumores cerebrales malignos en la infancia representan un desafío significativo para los especialistas debido a su detección tardía, cuando ya son complejos y difíciles de tratar. Entre estos cánceres, el meduloblastoma es el más común y, a menudo, conlleva consecuencias devastadoras.
Un equipo de científicos del Hospital for Sick Children (SickKids) realizó un descubrimiento crucial que podría impedir la formación de un subtipo de meduloblastoma, conocido como meduloblastoma sonic hedgehog (SHH), en sus primeras etapas.
Detección temprana del cáncer cerebral infantil
Los tumores cerebrales infantiles suelen desarrollar síntomas evidentes solo después de un crecimiento significativo, lo que oculta información clave sobre su inicio. Para cuando se diagnostica a un paciente, las células cancerosas ya han sufrido numerosas mutaciones.
En respuesta a este obstáculo, un grupo de investigadores liderado por el Dr. Peter Dirks en SickKids se enfocó en los primeros pasos celulares del meduloblastoma SHH.
La proteína que impide el desarrollo de tumores
El estudio, publicado en Nature Communications, revela que una proteína actúa como un interruptor que despierta las células madre inactivas, permitiendo la formación del tumor.
"Nuestros hallazgos ofrecen una estrategia novedosa para atacar las células madre cancerosas, brindando esperanza para tratamientos más efectivos contra tumores cerebrales agresivos", afirmó Dirks, científico del programa de Desarrollo, Células Madre y Biología del Cáncer, y jefe de la División de Neurocirugía.
Uno de los descubrimientos más importantes es que, al impedir la reactivación de estas células iniciadoras del cáncer, se puede evitar completamente la cascada de formación tumoral.
El equipo de investigación identificó que la proteína OLIG2 desempeña un papel crucial al activar células madre latentes, provocando su división incontrolada y la posterior formación de tumores.
"Hay un orden en cómo las células madre cancerígenas cambian para formar tumores. Podemos apuntar a una transición temprana y detener todo el proceso, esencialmente evitando la aparición del cáncer", explicó Kinjal Desai, autora principal del estudio y posdoctoranda en el laboratorio de Dirks.
Previniendo la recaída del meduloblastoma
Para confirmar la función clave de OLIG2, los investigadores probaron la inhibición de esta proteína para evitar la iniciación del tumor y, lo más importante, prevenir la recaída en casos ya tratados.
Utilizaron una pequeña molécula llamada CT-179, que bloquea la función de OLIG2 e impide la activación de las células madre latentes.
Cuando esta estrategia se combinó con una terapia convencional, no solo evitó la formación del meduloblastoma SHH en modelos preclínicos, sino que también impidió que las células madre cancerígenas residuales se reactivaran.
Este enfoque redujo significativamente la posibilidad de recidiva y mejoró los resultados de supervivencia.
Avances en la lucha contra tumores cerebrales
Investigadores de Children's Healthcare of Atlanta y el QIMR Berghofer Medical Research Institute en Australia también realizaron experimentos relacionados, publicados en Nature Communications.
Sus hallazgos coinciden con los de SickKids y sugieren que esta estrategia de bloqueo de OLIG2 podría extenderse a otros tumores cerebrales pediátricos, como el glioma pontino intrínseco difuso (DIPG), un cáncer particularmente resistente a las terapias convencionales.
Nueva era en la terapia del cáncer infantil
El estudio de SickKids es un avance en la comprensión de las primeras etapas del meduloblastoma. Aunque estos hallazgos deben validarse en ensayos clínicos, resaltan los beneficios de lo que Dirks describe como biología de precisión.
"En SickKids, ya estamos realizando pruebas genéticas a cada niño con cáncer para guiar su diagnóstico y tratamiento. Nuestro estudio va más allá de la genética hacia la biología de precisión", afirmó Dirks. "Estoy entusiasmado con un futuro en el que esta ‘bala mágica' para el tratamiento temprano pueda combinarse con pruebas diagnósticas y prevenir el cáncer por completo".
Si estas estrategias avanzan con éxito en ensayos clínicos, la intervención temprana podría detener los tumores cerebrales pediátricos antes de que se desarrollen, marcando un hito en la lucha contra el cáncer infantil.