El vegetal antiinflamatorio que mejora la salud cardiovascular y refuerza el sistema inmunológico: beneficia la digestión y combate bacterias
Este alimento ha sido usado desde tiempos ancestrales para combatir diversos padecimientos.
El ajo (Allium sativum) es una planta con larga tradición en la cocina y la medicina natural.
Su sabor fuerte y característico lo convierte en un ingrediente popular en todo el mundo, pero además de dar sabor a las comidas, se ha ganado un lugar en la medicina tradicional por sus múltiples beneficios para la salud.
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Ajo: un aliado para la salud cardiovascular y el sistema inmunológico
Entre sus principales propiedades se destacan sus efectos antimicrobianos, antioxidantes y cardiovasculares, gracias a compuestos como la alicina, responsable de su aroma y de gran parte de sus efectos terapéuticos.
Además, el ajo aporta vitamina C, vitaminas del complejo B, manganeso, selenio y una variedad de compuestos azufrados que fortalecen el organismo y ayudan a prevenir enfermedades.
Beneficios del ajo para la salud
Diversos estudios respaldan los efectos positivos del ajo en el organismo. Estas son algunas de sus propiedades más importantes:
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Antimicrobiano natural: combate bacterias, virus y hongos, ayudando a prevenir infecciones.
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Antiinflamatorio: reduce la inflamación, lo que puede ser útil en casos de artritis u otros trastornos inflamatorios.
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Protector cardiovascular: ayuda a regular la presión arterial, reducir el colesterol LDL y mejorar la circulación.
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Antioxidante: combate el daño celular causado por los radicales libres.
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Refuerzo inmunológico: estimula las defensas del cuerpo, ayudando a prevenir enfermedades comunes como resfriados o gripes.
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Prevención de coágulos: tiene un efecto anticoagulante suave que podría ayudar a prevenir trombosis o eventos cardíacos.
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Mejora digestiva: contribuye al equilibrio de la microbiota intestinal y favorece la digestión.
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Desintoxicante: puede apoyar la eliminación de toxinas y proteger órganos como el hígado.
Cómo tomar ajo para aprovechar sus propiedades curativas
Para obtener los máximos beneficios del ajo, la forma de consumo es clave. Aquí algunas recomendaciones:
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Crudo y machacado: la alicina se activa cuando el ajo se corta, tritura o machaca. Se recomienda dejarlo reposar unos minutos antes de comerlo.
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En ayunas: tomar uno o dos dientes de ajo crudo en ayunas puede reforzar el sistema inmune y facilitar la desintoxicación.
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Infusión de ajo: hervir agua con ajo triturado y combinar con miel y limón es una opción eficaz para aliviar molestias respiratorias.
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Suplementos de ajo: existen cápsulas de extracto de ajo que son una alternativa para quienes no toleran su sabor, aunque es importante consultar con un profesional antes de tomarlas.
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Evitar el exceso: más de dos dientes diarios pueden provocar molestias gastrointestinales o interactuar con ciertos medicamentos, especialmente anticoagulantes.