Dormir con la cama limpia: los especialistas confirman cada cuánto hay que cambiar las almohadas y las fundas
Cambiar y lavar las fundas de las almohadas regularmente previene la acumulación de bacterias y mejora la calidad de sueño.
La higiene en el dormitorio es esencial no solo para un descanso reparador, sino también para la salud general.
Cambiar las fundas de las almohadas y reemplazar las almohadas con la frecuencia adecuada es una de las claves para garantizar un entorno limpio y saludable. Sin embargo, muchas personas están descuidando este aspecto porque no conocen los tiempos perfectos para hacerlo.
¿Cada cuánto hay que cambiar y lavar las fundas de las almohadas?
Las fundas de las almohadas están en contacto directo con la piel y el cabello durante varias horas cada noche. Esto las convierte en imanes de aceites corporales, sudor, células muertas de la piel y residuos de productos de cuidado personal. Además, también acumulan ácaros del polvo y bacterias que pueden afectar la salud, especialmente en personas con alergias o problemas respiratorios.
De acuerdo con El Confidencial, la regla general es cambiar las fundas de las almohadas (y el resto de las sábanas) una vez a la semana. Esta frecuencia ayuda a reducir la acumulación de ácaros y otros alérgenos, creando un entorno de sueño más limpio y saludable. Si tiene mascotas que duermen en la cama, es esencial realizar estos cambios con mayor regularidad para evitar la acumulación de pelos y otros alérgenos.
Para mantener las fundas limpias entre lavados, se recomienda sacudirlas y airearlas diariamente. Además, contar con al menos dos juegos de fundas facilita realizar los cambios sin interrupciones.
Cama limpia: ¿Cada cuánto se deben cambiar las almohadas?
Las almohadas también requieren atención especial, ya que con el tiempo acumulan ácaros del polvo, bacterias y hongos debido a la humedad y el sudor. Esta acumulación puede provocar alergias, asma y otros problemas de salud respiratoria. Además, las almohadas desgastadas pierden su capacidad de soporte, lo que puede causar dolores en el cuello y los hombros.
El doctor Santiago Rojas, experto en descanso de Americana de Colchones, recomienda cambiar las almohadas aproximadamente cada 1 a 2 años, dependiendo del tipo y uso. Las almohadas de espuma viscoelástica y de plumas suelen durar más tiempo, mientras que las de fibras sintéticas pueden requerir un reemplazo más frecuente.
Beneficios de mantener una cama limpia
Mantener la cama limpia no solo es una cuestión de higiene, sino que también tiene múltiples beneficios para la salud y el bienestar.
Mejora la calidad del sueño: dormir en una cama limpia reduce la exposición a alérgenos y bacterias, contribuyendo a un sueño reparador.
Promueve la salud de la piel: al evitar la acumulación de aceites y residuos, se previenen irritaciones y brotes en la piel.
Previene problemas respiratorios: una cama libre de ácaros y bacterias disminuye el riesgo de alergias y otras afecciones respiratorias.
Asegura un mejor soporte: almohadas nuevas y en buen estado proporcionan un soporte adecuado para el cuello y la cabeza, reduciendo dolores y molestias.