Se despiden las ciudades santuario para inmigrantes: el Gobierno quiere poner en la cárcel a funcionarios que ayuden a indocumentados
El gobierno buscan intensificar la deportación de inmigrantes indocumentados y castigar a las llamadas "ciudades santuario".
El gobierno de Estados Unidos sigue apostando a políticas migratorias más restrictivas, el recién electo presidente Trump ya confirmó medidas que buscan intensificar la deportación de inmigrantes indocumentados y castigar a las llamadas "ciudades santuario".
Según un memorando interno del Departamento de Justicia, han pasado a "baja administrativa retribuida" a todos los empleados de los programas de diversidad, equidad, inclusión y accesibilidad de cara al cierre de estas iniciativas y programas de manera definitiva. A esto se suma una dura advertencia a funcionarios locales y municipales de duras penas si llegasen a obstaculizar los planes de deportación masiva.
El fiscal general adjunto interino Emil Bove, ex miembro del equipo legal de Trump, puso de manifiesto la Cláusula de Supremacía de la Constitución en un esfuerzo para obligar a los gobernadores estatales y locales a cooperar con las autoridades federales en materia de inmigración. Al apalancar s política a nivel constitucional, quienes no sigan las directivas del gobierno pueden tener penas que incluyen la cárcel.
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Adiós a las ciudades santuario para los inmigrantes
Las ciudades santuario son ciudades (o estados) con políticas que limitan su cooperación con las autoridades de inmigración federales. Esto quiere decir que si una persona indocumentada es detenida, las autoridades del santuario no comunicarán su estatus migratorio salvo casos como haber cometido un delito grave.
Las autoridades, por orden de Trump, ahora investigarán casos de "mala conducta" en estas ciudades y estados; tales como haber asistido a inmigrantes indocumentados. Los funcionarios que estén ligados a estas actividades podrán recibir, también, la pena de prisión.
Ciudades como Los Ángeles, San Diego, Chicago y Denver ahora tendrán más dificultades para llevar a cabo sus políticas laxas respecto a la inmigración. Entre las consecuencias están, por ejemplo, perder fondos federales y que sus funcionarios sean procesados.
Será cada vez más difícil para los inmigrantes vivir en Estados Unidos
Las duras medidas provocaron un clima de tensión entre el gobierno federal y las autoridades locales, enfrentando a los defensores de los derechos de los inmigrantes con quienes apoyan una política migratoria más restrictiva. Los próximos meses serán cruciales para determinar el futuro de la política migratoria de Estados Unidos.