Alegría en el Vaticano | El Papa León XIV revive una tradición de más de 500 años prohibida por Francisco y todos festejan
El Papa León XIV, desde que asumió el papado en mayo de 2025, ya confirmó un cambio de gran impacto en el Vaticano que está relacionado con sus finanzas.
El Papa León XIV, desde que asumió el papado en mayo de 2025, realizó cambios de gran impacto en el Vaticano. Recientemente, el pontífice reactivo un pago histórico destinado al personal durante el período de "sede vacante", una bonificación que su predecesor, el Papa Francisco, había interrumpido.
Son unos 5000 empleados del Vaticano los que recibieron 500 euros cada uno en su nómina de junio. Esta tradición, que llevaba años suspendida, representa un reconocimiento al esfuerzo y la dedicación del personal de la Curia, los museos, la biblioteca, la farmacia y los medios del Vaticano.
El Estado Vaticano desembolsó alrededor de 2.5 millones de euros para realizar esta acción.
El Vaticano se olvida de Francisco y su política de austeridad
En 2013 el Papa Francisco eliminó esta bonificación en el marco del plan de austeridad y transparencia financiera en el Vaticano, en vistas de sus problemas financieros. El padre Federico Lombardi, entonces portavoz del Vaticano, justificó la medida argumentando que no era apropiado realizar pagos extraordinarios en un contexto económico global complicado.
Sin embargo, el Papa León XIV, aunque ha mantenido gran parte de las medidas económicas de su predecesor, sí realizó un cambio respecto a esta política. En su primera audiencia con los trabajadores, el pontífice enfatizó su misión de "mantener viva la memoria de la Sede Apostólica" y reconoció explícitamente su trabajo. Esto representa un giro importante en la política interna del Vaticano.
Con la decisión de pagar este dinero, el Vaticano reconoce la dedicación extra del personal en un momento en que el Vaticano enfrenta una deficiencia presupuestal estimada en más de 70 millones de euros.
Aunque no representa un ajuste salarial general, esta bonificación refleja un cambio político en el Vaticano y un quiebre con el liderazgo del papa Francisco.