El truco del Seguro Social para ahorrar mucho dinero durante la temporada de impuestos y no pagárselos al IRS
Descubre cómo evitar pagar todos los gravámenes federales de tu prestación al mismo tiempo.
Comenzó la temporada de impuestos en los Estados Unidos y muchos contribuyentes aguardan que el Servicio de Impuestos Internos (IRS) deposite sus reembolsos.
Si bien los montos varían según cuánto adeuda cada individuo, existen formas de reducir el importe a abonar para evitar que disminuya el dinero que el ente fiscal devuelve cada año.
Existe una forma en particular de que los titulares de la jubilación que otorga la Administración del Seguro Social (SSA) eviten pagar altas sumas de impuestos innecesarias anualmente.
¿Cuál es el truco de la Seguridad Social para ahorrar dinero y no pagar al IRS?
Todos los titulares de prestaciones del ente previsional deben pagar aportes por el dinero que reciben a nivel federal todos los años. Si bien el default establece que este dinero debe pagarse en su totalidad durante la temporada de impuestos, existe la forma de reducir el total del pago al comienzo del año.
Se trata de la solicitud de retención de impuestos. Este trámite permite que se descuenten los aportes necesarios directamente cada mes para evitar pagar una factura grande durante el período fiscal.
La normativa establece que el contribuyente que lo desee puede solicitar que se retenga alguno de los siguientes porcentajes de sus gravámenes federales:
- 7%
- 10%
- 12%
- 22%
¿Quiénes deben pagar impuestos federales por su prestación del Seguro Social?
Las personas que reciben beneficios del Seguro Social pueden estar sujetas a impuestos federales si sus ingresos combinados superan ciertos umbrales. Este cálculo incluye el 50% de los beneficios del Seguro Social, junto con otros ingresos como salarios, pensiones o inversiones.
Para el año fiscal actual, deben pagar impuestos sobre una parte de sus beneficios quienes tengan ingresos combinados superiores a:
- $25,000 anuales si presentan la declaración de impuestos como individuo.
- $32,000 anuales si presentan la declaración en conjunto con su cónyuge.
Si los ingresos combinados superan $34,000 (individual) o $44,000 (parejas), hasta el 85% de los beneficios pueden estar sujetos a impuestos. En cambio, quienes tengan ingresos inferiores a estos montos no deberán pagar impuestos por su prestación del Seguro Social.