Increíble hallazgo científico en la Antártida | encuentran seres vivos en el lugar menos pensado y desafía todo lo que sabíamos
El descubrimiento, que forma parte del proyecto ENIGMA financiado por el Programa Nacional de Investigación Antártica.
Un grupo de investigadores confirmó un impresionante descubrimiento: existe un gran ecosistema de organismos vivos en uno de los entornos más extremos de la Tierra, más de 14 metros debajo de las enormes capas de hielo que cubren el helado lago Enigma de la Antártida. El lago se creía que estaba formado por masa de agua permanentemente congelada.
Si bien se pensaba que la congelación total impediría la vida, ahora un equipo internacional de científicos confirmaron que no todo está congelado y por lo tanto pudieron encontrar un ecosistema microbiano secreto.
El descubrimiento, que forma parte del proyecto ENIGMA financiado por el Programa Nacional de Investigación Antártica.
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Impresionante descubrimiento en la Antártida: hallan vida donde se creía imposible
Estos recientes descubrimientos permiten a los investigadores pensar en la existencia de la vida microbiana en otros lugares similares, como por ejemplo las lunas heladas como Encélado de Saturno y Europa de Júpiter.
Descubierto por primera vez en 1989, en un principio se pensó que el lago Enigma estaba completamente congelado.
"Una característica notable del ecosistema microbiano del lago Enigma es la presencia, y a veces incluso el predominio, de bacterias ultrapequeñas pertenecientes al superfilo Patescibacteria", escriben los investigadores sobre sus descubrimientos en un reciente artículo publicado en la revista Nature Communications Earth & Environment.
Este hallazgo, además, es distinto a todo lo que se sabía sobre los lagos de la Antártida. Estos organismos microbianos representan colonias de microorganismos formadas por películas estratificadas, las mayores de las cuales tenían una altura estimada de 40 centímetros y una anchura de 60 centímetros.
"En conjunto, estas características revelan una nueva complejidad en las redes tróficas de los lagos antárticos y demuestran que, además de metabolismos fototróficos y quimiotróficos simples, pueden existir estilos de vida simbióticos y depredadores", afirmó el equipo de científicos.