Salud

Enfermedad ósea de Paget: cuáles son los síntomas de esta patología y de qué forma se puede tratar

Descubre qué es la enfermedad ósea de Paget, los síntomas característicos y las posibles tratamientos.

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Las enfermedades no transmisibles causan 41 millones de muertes al año que equivalen al 71% de los decesos que se producen en todo el planeta, según datos compartidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por ese motivo, conoce qué es la enfermedad ósea de Paget, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores terapias disponibles.

¿Qué es la enfermedad ósea de Paget?

Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, la enfermedad ósea de Paget es un trastorno crónico que afecta la remodelación del tejido óseo, provocando un crecimiento anormal de los huesos. Esta condición puede llevar a la deformidad ósea, dolor y un mayor riesgo de fracturas. Aunque su causa exacta no se conoce, se ha asociado con factores genéticos y posiblemente infecciosos.

Afecta principalmente a personas mayores de 50 años y puede presentarse en diferentes partes del cuerpo, siendo más común en la pelvis, el cráneo, la columna vertebral y las extremidades. El diagnóstico se realiza a través de análisis de sangre y estudios de imagen y el tratamiento puede incluir medicamentos para controlar el dolor y reducir la actividad de la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad ósea de Paget?

La enfermedad ósea de Paget generalmente no presenta síntomas, pero cuando los hay, el dolor de huesos es la queja más común. La rápida formación de hueso nuevo provoca huesos menos organizados y más débiles, lo que puede resultar en dolor, deformidades y fracturas. Los síntomas dependen de las áreas afectadas:

- **Pelvis**: Puede causar dolor de cadera.
- **Cráneo**: El crecimiento excesivo puede llevar a pérdida auditiva o dolores de cabeza.
- **Columna vertebral**: Puede comprimir raíces nerviosas, provocando dolor, hormigueo y entumecimiento en extremidades.
- **Pierna**: Los huesos debilitados pueden arquearse, afectando la postura y causando artrosis en las articulaciones cercanas.

¿Cómo saber si una persona tiene enfermedad ósea de paget?

El diagnóstico de la enfermedad ósea de Paget comienza con una exploración física en la que el médico examina las áreas del cuerpo donde el paciente siente dolor. Para confirmar la sospecha de la enfermedad, se suelen solicitar radiografías, que pueden revelar anomalías en los huesos, como roturas, alargamientos y deformidades características. Además, se puede realizar una gammagrafía ósea, donde se inyecta un material radioactivo que resalta las zonas más afectadas en las imágenes.

Complementariamente, se lleva a cabo un análisis de sangre para evaluar los niveles de fosfatasa alcalina, que suelen estar elevados en personas con esta enfermedad. Estos resultados, junto con las pruebas de diagnóstico por imágenes, permiten al médico establecer un diagnóstico preciso y determinar el tratamiento adecuado para el paciente.

¿Cuál es el mejor tratamiento para la enfermedad ósea de Paget?

La enfermedad ósea de Paget puede no requerir tratamiento si no presenta síntomas. Sin embargo, si se detecta una actividad elevada de la enfermedad, especialmente en áreas de alto riesgo como el cráneo o la columna vertebral, es fundamental consultar a un médico. Este puede recomendar un tratamiento preventivo para evitar complicaciones, incluso si el paciente no siente molestias.

Los bisfosfonatos son el tratamiento más común para la enfermedad ósea de Paget, ya que ayudan a regular la actividad ósea. Estos medicamentos pueden administrarse por vía intravenosa o oral, aunque los orales suelen ser mejor tolerados. Es importante estar atento a posibles efectos secundarios, como irritación estomacal o dolores musculares y discutir cualquier preocupación con el médico.

En casos más severos, puede ser necesaria la cirugía para abordar complicaciones como fracturas o deformidades óseas. Antes de una operación, el médico puede prescribir medicamentos para controlar la actividad de la enfermedad y minimizar el riesgo de pérdida de sangre. La atención médica adecuada es clave para manejar la enfermedad y sus posibles complicaciones.

Para finalizar, es necesario recordar que en caso de presentar alguno de los síntomas mencionados es aconsejable consultar con un profesional de la salud. La detección temprana es clave para un tratamiento eficaz y para prevenir complicaciones.

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