Diabetes gestacional: cuáles son los síntomas y cómo se trata
Conoce cuáles son los síntomas de la diabetes gestacional, cómo se trata y de qué forma puede prevenirse.
Según el sitio web de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades no transmisibles constituyen la causa predominante de fallecimiento y limitaciones físicas a nivel global. No obstante, afirman que gran cantidad de ellas pueden evitarse mediante la disminución de los elementos de riesgo habituales.
Por esa razón, conoce qué es la diabetes gestacional, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores tratamientos disponibles.

¿Qué es la diabetes gestacional?
Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, la diabetes gestacional es una condición que se presenta durante el embarazo, caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre. Afecta a mujeres que no tenían diabetes antes de quedar embarazadas y suele diagnosticarse en el segundo o tercer trimestre. Esta condición puede aumentar el riesgo de complicaciones tanto para la madre como para el bebé, incluyendo un mayor riesgo de parto prematuro y problemas de salud en el recién nacido.
El manejo de la diabetes gestacional implica cambios en la dieta, ejercicio y, en algunos casos, la administración de insulina. Es fundamental un seguimiento médico adecuado para controlar los niveles de glucosa y asegurar un embarazo saludable. La mayoría de las mujeres con diabetes gestacional logran tener partos exitosos y, tras el nacimiento, sus niveles de glucosa suelen regresar a la normalidad.
¿Cuáles son los síntomas de la diabetes gestacional?
La diabetes gestacional generalmente no presenta síntomas evidentes, pero algunos posibles signos incluyen un aumento de la sed y una micción más frecuente.
¿Cómo saber si una persona tiene diabetes gestacional?
El diagnóstico de diabetes gestacional se realiza a través de un examen de detección que generalmente se lleva a cabo entre las semanas 24 y 28 de embarazo para aquellas mujeres con riesgo promedio. Este examen consiste en una prueba inicial de exposición a la glucosa, donde la paciente debe beber una solución azucarada y, tras una hora, se le toma una muestra de sangre para medir su nivel de glucosa. Si el resultado es igual o superior a 190 mg/dL, se confirma el diagnóstico de diabetes gestacional.
Para las mujeres con un riesgo elevado, como aquellas con sobrepeso u antecedentes familiares de diabetes, se puede realizar una prueba de detección al inicio del embarazo. Si los resultados de la prueba inicial son altos, se procede a un estudio de tolerancia oral a la glucosa, que implica tomar una solución más concentrada y realizar mediciones de glucosa cada hora durante tres horas. Si al menos dos de estas mediciones son elevadas, se diagnostica diabetes gestacional.

¿Cuál es el mejor tratamiento para la diabetes gestacional?
La diabetes gestacional puede ser tratada y prevenido mediante cambios en el estilo de vida, que son fundamentales para mantener los niveles de glucosa sanguínea en un rango saludable. Adoptar una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras, mientras se limita el consumo de carbohidratos refinados, es esencial. Además, incorporar actividad física regular, como caminar o nadar, no solo ayuda a controlar la glucosa, sino que también alivia algunas molestias comunes del embarazo.
El control de la glucosa sanguínea es otro aspecto crucial en el manejo de la diabetes gestacional. Es recomendable que las mujeres embarazadas controlen sus niveles de glucosa varias veces al día, especialmente a primera hora de la mañana y después de las comidas. Este monitoreo permite ajustar la dieta y el ejercicio según sea necesario y en algunos casos, puede ser necesario el uso de insulina o medicamentos orales para mantener los niveles dentro de un rango seguro.
Finalmente, es importante realizar un seguimiento después del parto para asegurarse de que los niveles de glucosa regresen a la normalidad. Las pruebas deben realizarse entre 6 y 12 semanas después del parto y si los resultados son normales, se recomienda evaluar el riesgo de diabetes cada tres años. Si se detectan signos de diabetes tipo 2 o prediabetes en el futuro, es fundamental hablar con el proveedor de atención médica para establecer un plan de prevención y control adecuado.
Para finalizar, es aconsejable consultar con un especialista en salud ante cualquier duda o síntoma. La información médica puede ser compleja y es importante acudir a fuentes confiables para vitar la automedicación y basar las decisiones de tratamiento en evidencia clínica.