LLamado de atención

El futuro de la Ciudad de Buenos Aires es con vías navegables

Distintos gobiernos entubaron los arroyos y aún se vanaglorian de ello. Sin embargo, la inteligencia artificial imagina una urbe con canales en posibilidad de ser utilizados para el transporte de pasajeros y de carga.

 Quienes transitan por la ciudad de Buenos Aires habrán visto carteles donde se señala que, por ese lugar, antes pasaba un arroyó que fue entubado.

En lugar de aprovechar la bendición de la naturaleza que colocó una vía navegable en plena ciudad, los sucesivos gobiernos capitalinos las taparon y sobre ellas pusieron cemento para que transite el autotransporte, mucho más contaminante y con menos capacidad de traslado.

En reconocimiento a esos gobernantes que imaginaron servirse de estos cursos de agua, la inteligencia artificial vislumbró para el año 2123, una ciudad con vías navegables.

Un usuario de Twitter le pidió a la herramienta de generación de imágenes con inteligencia artificial de Bing/Dall-e 3 que imagine cómo se vería la ciudad dentro de un siglo, y los resultados son asombrosos.

Vías navegables la atraviesan como sucede en varias ciudades europeas donde el transporte acuático se potencia y logra excelentes resultados en la logística de carga y pasajeros.

Dos casos concretos

Juan Marcelo Gavaldá, en sendas notas publicada en este medio, reflejó el sueño de navegar por Núñez y Saavedra en una Argentina que no fue cuando el Arroyo Maldonado pudo ser navegable.

Según el experto, la Constitución Nacional de 1853-1860 encomendó al Congreso Nacional promover la construcción de canales navegables. En ese contexto, en noviembre de 1889, mediante la sanción de ley 2.676, se autorizó a la firma Wenceslao Villafañe y Compañía, para construir un puerto de abrigo en el Arroyo Medrano y un canal de navegación que, partiendo desde de la desembocadura del Arroyo Medrano, finalizaría en el Paso de las Piedras en el Riachuelo de Barracas.

La idea era que, al norte de la boca del Arroyo Medrano, entre la boca del arroyo y la Estación Rivadavia del Ferrocarril del Norte (hoy Línea Mitre), se construyera un puerto de abrigo, con los talleres indispensables para composturas y carena de buques.

Mediante la canalización del Medrano se proponía la navegación de sus aguas para el transporte de mercancías de todo tipo.

En el caso del Arroyo Maldonado que nace en San Justo, tiene una extensión de 21 kilómetros y desemboca en el Río de la Plata a la altura del Aeroparque Jorge Newbery, la misma ley 2.676 previó su desarrollo.

La norma autorizó a la firma Wenceslao Villafañe y Compañía, para construir un canal de navegación sobre el Arroyo Maldonado comenzando desde Palermo y finalizando en las inmediaciones de Ramos Mejía, ya en territorio bonaerense. Allí empalmaría con otro canal, también a construirse, para conectar con el Riachuelo.

Este canal tendría un ancho constante de 20 a 30 metros, y una profundidad de 2,50 a 5 metros.

En ambos casos, las obras previstas nunca comenzaron, como consecuencia de la crisis económica que padeció el país en 1890 durante la presidencia de Juárez Celman.

De haberse cumplido con lo dispuesto en la Ley Nacional 2.676, el paisaje capitalino estaría atravesado por hermosos bulevares con canales de navegación surcados por embarcaciones de todo tipo, tal cual lo muestran las imágenes de inteligencia artificial.

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Comentarios

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  • AC

    Alfredo Campanelli

    24/01/24

    Pésimo proyecto. Carisimo de mantener, sucio, oloroso, aun no pudimos limpiar el riachuelo. La IA ya habla pavadas.

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