Tumbet mallorquín: la receta ideal para preparar este clásico de la gastronomía balear
El tumbet mallorquín es una de las comidas más populares de España. Este plato balear, originado del uso de los restos de las hortalizas, ha conquistado el corazón de personas en todo el mundo.
El gran recetario español ofrece platos deliciosos, los cuales se pueden preparar en todo momento del año. Desde cocidos hasta ensaladas, pasando por sopas ideales para el invierno y dulces que son reconocidos en todo el mundo, España tiene comidas que seducen a los paladares más exigentes.
Si ponemos la lupa sobre la gastronomía balear, uno de los platos que más sobresalen es el tumbet mallorquín. Esta comida típica se ha convertido en la favorita de muchos ya que, además de ser saludable, llena el estómago como ninguna otra.
Origen del tumbet mallorquín
El origen de esta comida se encuentra ligada al uso de los excedentes de las verduras estacionales de los huertos, tales como patatas, berenjenas, pimientos y tomates. No obstante, con mayor exactitud, la cronología del tumbet mallorquín se retrotrae al siglo XVI, período durante el cual las papas y los tomates del "nuevo mundo" se integraron en la culinaria española.
Recibe su nombre de "tumbet" dado que, tradicionalmente, se cocina en una cazuela de barro, donde los ingredientes se cocinan y se revuelven lentamente al fuego y, ocasionalmente, se debe "tombarlo" para lograr una mezcla homogénea.
El libro de recetas "La cocina mallorquina" ("La cuina mallorquina") escrito por Pere d'Alcàntara Penya en el siglo XIX evidencia que originalmente la receta de tumbet comprendía patatas, ajo, tomate, pimientos y carne cocida.
A lo largo del tiempo, el platillo ha experimentado variaciones, incorporando nuevos ingredientes, y es frecuente hallarlo acompañado, por ejemplo, de calabacín o berenjenas.
Cómo preparar tumbet mallorquín
Ingredientes
- 1 berenjena
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 1 pimiento rojo
- 2 patatas
- 2 tomates
- Harina de trigo
- 50 gr de tomate concentrado
- 10 gr de azúcar
- Romero
- Aceite de oliva
- 1 diente de ajo
- Sal
- Pimienta
Preparación
- Poner un chorrito de aceite en una cazuela al fuego. Esperar a que esté caliente, añadir el ajo, cortado en láminas, y remover.
- Saltear el ajo un minuto y agregar la cebolla, sal y pimienta al gusto. Remover y dejar pochar unos 15-20 minutos.
- Incorporar el tomate rallado a la cazuela cuando la cebolla esté pochada, remover y dejar cocinar un par de minutos. Añadir el azúcar y el tomate concentrado. Mezclar todo bien y dejar reducir unos 25 minutos.
- Poner las rodajas de berenjena, los pimientos y las patatas en una fuente, añadir sal por encima y dejar reposar para que "suden" y se les quite el amargor. Reservar.
- Poner una sartén al fuego con un chorrito de aceite de oliva. Añadir los pimientos y una pizca de sal. Saltear el conjunto unos minutos. Retirar los pimientos y reservar.
- Añadir otro chorrito de aceite en la sartén y freír las patatas hasta que empiecen a dorarse. Retirarlas y colocarlas en un plato con papel absorbente. Sazonar y reservar.
- Secar las rodajas de berenjena con papel de cocina. Poner harina en un plato y rebozarlas. Freír las rodajas en una sartén con un chorrito de aceite. Retirar a un plato con papel absorbente.
- Colocar el tomate con cebolla en cazuelas de barro. Repartir encima las rodajas de patata, la berenjena, el pimiento y terminar con más salsa de tomate. Hornear a 200ºC unos 10 minutos.
- Servir caliente.