El truco secreto para tener los dientes más blancos: puedes hacerlo con lo que tienes en casa
Si bien la primera recomendación es visitar a un especialista en el cuidado bucal, existen una serie de remedios caseros que permiten incluso combatir el mal aliento.
Desde tiempos inmemoriales, Internet se ha convertido en un espacio de consultas para todas aquellas personas que buscan dar resolución a distintas cuestiones de la vida cotidiana.
Una de las preguntas que sin dudas ha rondado por la web en varias oportunidades es cómo lograr tener dientes más blancos sin acudir a un dentista y sin gastar grandes sumas de dinero.
Al respecto, han trascendido diversos remedios caseros que permiten mejorar no sólo el color de la dentadura sino el mal aliento. No obstante, siempre se recomienda acudir a un especialista que pueda explicar cuál es el tratamiento acorde para cada paciente.
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Cómo blanquear los dientes con objetos caseros
Algunos usuarios han dado a conocer una receta que les permitió tener una sonrisa más blanca con un elemento que suele encontrarse en cada casa: bicarbonato de sodio.
Según explican los internautas, se debe mezclar este ingrediente con un poco de jugo de un limón hasta lograr que forme una pasta homogénea.
Lo recomendable es que se realice de forma rápida para aprovechar la efervescencia que se generará. Posteriormente, deberá aplicarse en los dientes con ayuda de un cepillo.
Cabe destacar que no es una práctica que se recomiende llevar a cabo de forma frecuente, ya que al tratarse de sustancias abrasivas pueden hacer que el esmalte de los dientes sufra un gran desgaste.
Una manera de reducir el impacto de esta mezcla implica solo utilizar bicarbonato de sodio humedecido con agua.
Otros alimentos que ayudan a blanquear tu dentadura
Algunas personas emplean otras sustancias tanto para blanquear los dientes como para combatir el mal aliento. Las más conocidas son el agua oxigenada y el vinagre.
Sin embargo, también podrían resultar contraproducentes si se realizan de la manera incorrecta o si se recurre a ellos de manera frecuente, por lo que siempre se recomienda acudir a un odontólogo u odontóloga para que sean ellos quienes indiquen cuál es el tratamiento adecuado.
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