Alerta roja: para la ONU la contaminación de las olas de calor amenaza la supervivencia humana
La Organización Meteorológica Mundial advirtió que el humo de los incendios forestales provocados por el calentamiento global genera una "poción diabólica" contra los seres vivos de la Tierra.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió este miércoles que las olas de calor que afectan cada vez a más lugares del mundo generan una "poción diabólica" de contaminación que amenaza a la raza humana y el resto de los seres vivos.
En este sentido, el secretario de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas, dijo que "las olas de calor deterioran la calidad del aire, con repercusiones para la salud humana, los ecosistemas, la agricultura y nuestra vida cotidiana".
Un reciente informe del Instituto de Política Energética de la Universidad de Chicago determinó que la contaminación con partículas finas, las emitidas por vehículos, la industria y los incendios representan "la mayor amenaza externa para la salud pública" a nivel global.
A pesar de que ese estudio incluye datos de 2022, el responsable de la OMM advirtió que "lo que se ve en 2023 todavía es más extremo".
A su vez Lorenzo Labrador, autor del boletín de la OMM, señaló que "las olas de calor y los incendios forestales están estrechamente relacionados".
En esta misma línea, añadió: "El humo de los incendios forestales contiene una poción diabólica de elementos químicos que no solo afecta a la calidad del aire y la salud, sino que también daña las plantas, los ecosistemas y los cultivos, y conlleva más emisiones de carbono y más gas de efecto invernadero en la atmósfera".
El relevamiento de la ONU sobre la suba de la temperatura a escala mundial agrega que "la calidad del aire y el clima están interconectados porque los compuestos químicos que los afectan están relacionados, porque las sustancias responsables del cambio climático y de la degradación de la calidad del aire suelen ser emitidas por las mismas fuentes y porque los cambios en uno conllevan inevitablemente cambios en el otro".
El promedio de temperaturas en toda la Tierra durante el verano en el hemisferio norte (junio-agosto) fue el más alto desde que se tiene registro.
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