Empleo femenino: cada vez hay más trabajo, pero son los peores y los que más exigen

El Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) elaboró un informe donde se analiza la situación laboral de las mujeres. 

El objetivo es mostrar los cambios producidos en los sectores y actividades económicas en cuanto a la demanda de empleo y el registro de contratación.

Los datos fueron extraídos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que trimestralmente realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE). 

Evolución en el empleo y contratación de mujeres en el mercado de trabajo

En 2022, la población activa femenina marcó un máximo histórico. Esta evolución positiva se debe al crecimiento de las ocupadas frente a la reducción del paro femenino.

Esta tendencia se observa desde el 2007 y fue interrumpida únicamente entre el 2013 y 2016, como consecuencia de la anterior crisis económica. 

Según el informe, en los últimos diez años el trabajo registrado de las mujeres se recuperó, luego de su caída durante la pandemia, tanto como en la  anterior la crisis financiera. 

Situación laboral y evolución de afiliación de los ocupadas a la seguridad social

En 2022 el número de trabajadoras y su afiliación a la Seguridad Social alcanzaron máximos históricos. 

El sector servicios fue el único que generó más empleo femenino que masculino. Sin embargo, todos los sectores económicos registraron incrementos de afiliación femenina, excepto agricultura, ganadería y pesca.

Perfil de las contratadas y contraste con la población masculina 

El perfil promedio de las mujeres contratadas oscila entre los 25 y 44 años, con Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y no inscrita como demandante de empleo.

El informe demuestra que la contratación femenina descendió en todos los tramos edad, excepto en el que corresponde a las menores de 25 años.

En cuanto a los hombres más jóvenes, se observa un aumento, aunque en menor medida. Esto genera que en términos relativos se observe un aumento en la representación de la contratación de las mujeres jóvenes.

Según la duración de la jornada laboral y del contrato, las mujeres continúan teniendo condiciones más precarias que los hombres. En números, seis de cada diez contratos parciales son femeninos. En cambio, en los contratos a jornada completa son minoría. 

Por último, en términos de niveles formativos, la contratación femenina mantiene un nivel de cualificación más alto que la masculina. El 30,18 % de los contratos responden a un perfil que posee una formación especializada (FP y universitaria).

Distribución de la contratación de las mujeres por sectores económicos  

En cuanto a la distribución en la contratación de las mujeres por sectores económicos en el año 2022, los datos arrojaron que un 1,24% pertenece al sector de la construcción, un 7,09% a agricultura, 8,04% a industria y un 83,63% al sector servicios. 

Por otro lado, el número de demandantes de empleo en servicios públicos de empleo se redujo en unos 436.936 parados resultando en 4.411.864 de los cuales un 58,85 %, son mujeres. 

Sin embargo, las brechas de género han aumentado y superan en un 19 % al porcentaje de desempleados y en 15 % entre los no parados.

Ocupaciones más contratadas entre las mujeres en 2022

• Camareras asalariadas.
• Personal de limpieza de oficinas, hoteles y otros establecimientos similares.
• Vendedoras en tiendas y almacenes.
• Peones de las industrias manufactureras.
• Peones agrícolas (excepto en huertas, invernaderos, viveros y jardines).
• Monitoreo de actividades recreativas y de entretenimiento.
• Empleadas domésticos.
• Auxiliares de enfermería hospitalaria.
• Ayudantes de cocina.
• Trabajadoras de cuidados personales a domicilio.
• Cocineras asalariados.
• Empleadas administrativas sin tareas de atención al público.
• Cuidadoras de niños en guarderías y centros educativos.
• Teleoperadoras.

Fuente: Sistema de Información de los Servicios Públicos de Empleo (SISPE)