Escapadas: queda a 1 hora de Barcelona y combina historia con playas de ensueño
Parte de la Costa Brava, este pueblo catalán tiene algunas de las playas más hermosas de España, ruinas romanas y gastronomía de mar. Por qué es el lugar ideal para hacer una escapada diferente.
La Costa Brava, la zona de Cataluña que va desde Blanes hasta Portbou, es uno de los destinos turísticos más visitados de toda España. Estos pueblos bañados en las aguas del mar Mediterráneo, atraen visitantes de todo el país y el mundo que desean vivir experiencias diferentes.
Uno de los pueblos que destacan en esta parte de la provincia de Girona es Tossa de Mar. Ubicado a medio camino entre la ciudad de Barcelona y la frontera francesa, este lugar es parte del espacio natural del macizo de las Cadiretes y se lo conoce por la belleza de sus playas, sus ruinas romanas y por haber albergado a una de las estrellas más recordadas de Hollywood.
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Historia de Tossa de Mar
El área en donde se erige este pueblo ha estado habitada desde la era paleolítica. En tiempos del imperio romano se estableció la Turissa, una bahía natural situada entre dos colinas, por donde el Mediterráneo fluye suavemente. De esta presencia quedan las ruinas de la villa romana dels Ametllers, ubicada en el centro urbano de la localidad.
Los primeros documentos donde se menciona a Tossa de Mar datan del año 966, cuando el conde Miró de Barcelona dio estas posesiones al monasterio de Ripoll. Fue esta comunidad eclesiástica la que gestionó la construcción del castillo en el año 1187.
Durante la Edad Media, la villa se convirtió en una ciudad fortificada, la única de estas características que se conserva en la costa catalana. La construcción de las murallas, que se erigieron entre los siglos XII y XIV, tenía como objetivo proteger a la población de los ataques de los piratas.
Para el siglo XVIII, Tossa de Mar se convirtió en uno de los municipios costeros que se benefició del tratado de libre comercio promulgado por Carlos III. Esto permitió que los comerciantes tuvieran vía libre para hacer fortuna en las Américas.
Actualmente, la población mantiene su aspecto marinero, resaltando su carácter de residencia veraniega privilegiada que adquirió el siglo XIX y consolidó durante las primeras décadas del XX.
Qué hacer en Tossa de Mar
Villa Romana dels Ametllers
Fundada en el siglo I a.C. y situada en el Turó de Sant Magí, La Villa Romana dels Ametllers son los remanentes de la presencia del imperio romano en lo que ahora es Tossa de Mar.
En esta villa, perteneciente a la antigua provincia de Tarraco, se conservan restos de las construcciones de esta época. Entre ellas destacan un magnífico conjunto termal y varios de los mosaicos que decoraban los suelos de las casas.Refugio Patagonia. El Museo Municipal cuenta con algunas de las monedas, cerámicas y otros objetos que fueron recuperados de este lugar.
Faro de Tossa
Construído sobre el lugar donde estaba emplazado el castillo de Tossa, este faro de 10 metros de altura cuenta con una terraza donde se pueden disfrutar algunas de las vistas más impresionantes del Mediterráneo.
El faro no sólo continúa cumpliendo su función de iluminar la costa, también permite a los visitantes visitarlo y aprender sobre su funcionamiento.
La ruta de Ava Gardner
En 1951, la actriz estadounidense Ava Gardner rodó en Tossa del Mar algunas escenas de la película Pandora y el holándes errante. El filme, coprotagonizado por James Mason y el torero Mario Cabré mostraron al mundo algunas de las zonas más hermosas de la playa de este pueblo.
Muchos rincones de la villa evocan hoy el paso de la estrella, en cuyo honor se levantó una escultura de bronce de tamaño natural en un mirador de la zona amurallada de Vila Vella. Otros recuerdos de la presencia de Ava Gardner por Tossa de Mar son las abundantes fotografías que animan las paredes del hotel Tonet. Por otro lado, la pastelería Tomàs elabora unos dulces que, según cuentan, hacían las delicias de la estrella norteamericana, cuya fotografía preside el escaparate.
Platja Gran
Esta playa en forma de medialuna, con una longitud de 500 metros, atrae a una gran cantidad de turistas que disfrutan de sus aguas cristalinas llenas de peces, compartiendo la arena con pequeñas barcas de pescadores.
Aquellos interesados en explorar la rica fauna marina pueden reservar para tener su bautismo de buceo o un curso PADI Open Water. Además, desde Platja Gran se puede apreciar las antiguas murallas de la ciudad y la estatua de Minerva, ubicada en el extremo norte.
Gastronomía
Las comidas típicas de Tossa de Mar tienen su origen en la cocina de los pescadores. Sus preparaciones son sencillas, principalmente de olla, y son sumamente sabrosas.
El plato más popular de esta zona es la cim i tomba, una caldereta de pescado que se sirve con patatas, cebollas, tomate y alioli. También se destacan los fideos con pescado y langosta, la bastina amb trumfos (caldereta de raya con patatas) y el suquet de anchoas.
Cómo llegar a Tossa de Mar
Desde Barcelona
La distancia entre ambas ciudades es de aproximadamente 100 km. La ruta más rápida para llegar es tomando la B-10, seguir por la C-33, AP-7 y la C-35 hasta la salida hacia la GI-681. Desde allí, continuar hasta la salida Ctra. Blanes a Sant Feliu/Av. de Ferràn Agulló.
Desde Girona
Entre ambos puntos hay apenas 38 km de distancia. Para llegar, la ruta más rápida es tomando Carrer Migdia y Carrer de la Creu hasta C/ Emili Grahit. Luego continuar por C/ Emili Grahit, tomar Pont de la Font del Rei, C-65, C-253a y GI-681 hasta Ctra. Blanes a Sant Feliu/Av. de Ferràn Agulló/GI-682.
Desde Zaragoza
Con una distancia de alrededor de 390 km entre ambas ciudades, la mejor forma de llegar es accediendo a la A-2/Z-40 desde P.º de María Agustín, N-330 y Av. de los Pirineos. Luego, coger la AP-2 y E-15/E-90/AP-7 hasta GI-681 en Catalunya. Seguir hacia la GI-681 hasta Ctra. Blanes a Sant Feliu/Av. de Ferràn Agulló/GI-682 en Tossa de Mar.