Hackers en Argentina: se duplicaron los ataques de ransomware a empresas
Se duplicaron los ataques de secuestro de datos en las empresas argentina. Además, ahora se destacan por estar focalizados y personalizados.
Según el más reciente análisis de los especialistas en seguridad de Kaspersky, esta actividad delictiva, que se centra en empresas financieramente sanas, ha mantenido un crecimiento de triple dígito en Argentina, registrando un aumento del 200% durante el último año en comparación con el período pre-pandémico.
El análisis se basa en los intentos de ataques bloqueados, lo que hace las veces de proxy de la intensidad de las campañas. Cabe destacar que sólo considera al ransomware "dirigido", como Conti, Darkside, Lockbit, Ransomexx, Revil (también conocido como Sodinokibi o Sodin), Ryuk y Wastedlocker. "Ya no hay ‘soldados que disparan al azar' para ver cuántas víctimas caen. Hoy en día, el ciberdelincuente lanza su ataque al estilo de un francotirador profesional: un disparo, una víctima", explica Claudio Martinelli, director general para América latina en Kaspersky.
El ransomware es un tipo especial de ataque informático que refiere a la inyección de software malicioso en los sistemas con la única intención de encriptarlos y luego pedir un rescate por las llaves de desencriptación.
Sin embargo, más allá del aspecto financiero, lo que más asusta a los directivos de las empresas es el impacto a la reputación de la compañía. "Ningún director general quiere ver el nombre de su empresa asociado a un ciberataque en las noticias. El impacto de esto en las empresas es gigantesco y, precisamente por eso, los grupos especializados en este tipo de amenaza anuncian su éxito al infectar a sus víctimas, pues la enorme presión de los clientes y de los organismos reguladores creará una necesidad de urgencia, lo que en última instancia aumenta la posibilidad de recibir el pago de rescate", explica Martinelli.
Los pagos, como regla general, hoy se demandan en criptomonedas, ya que son muy fáciles de transaccionar y a la vez muy difíciles de darles seguimiento para conocer hacia dónde se derivan los fondos.
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