Con el ojo en la atención primaria

Un 90% de las personas ciegas viven en países en vías de desarrollo, según Naciones Unidas, y la causa es la no detección temprana de patologías visuales. Ante estas cifras, intendencias de todo el país crean y fortalecen sus programas oftalmológicos infantiles. Es que no abordar el problema tiene consecuencias que exceden las sanitarias e incluyen abandono escolar y segregación social. Las experiencias en el país y las cifras de la problemática.

Ver para aprender, aprender para crecer. El sentido de la vista en los niños comienza a ser un tema de agenda en decenas de municipios de todo el país, que desarrollan distintos programas y propuestas oftalmológicos dirigidos a la primera infancia. La razón son cifras y advertencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alertan por las consecuencias de no tener diagnósticos tempranos, tanto en la niñez como en la adultez. En efecto, según la Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad (ENDI), del INDEC, un 7,1% de la población argentina presenta alguna discapacidad, siendo las discapacidades visuales en un segundo lugar, con un 22%. De este porcentaje, un 92,9% tiene dificultades para ver y un 7,1% padece ceguera.

Otros datos reflejan que tanto las distintas dificultades visuales como la ceguera son prevenibles. De acuerdo con la OMS, el 75% de las causas de ceguera se pueden prevenir o son tratables con una detección temprana y el tratamiento adecuado. Por otro lado, en la Argentina se estima que, del total de niños y niñas con discapacidad visual, el 70% la padecen debido a errores de refracción, fácilmente diagnosticables y corregibles. Estas cifras se hacen evidentes en otro número que alarma: 90% de los ciegos residen fuera de los países desarrollados.

"La problemática actual en la Argentina es el excesivo uso de pantallas por los niños. La gran cantidad de tiempo en que los niños están fijando pantallas, acorta distancia y aumenta el nivel, por ejemplo, de la miopía, que está creciendo a pasos agigantados en el mundo", explica Liliana Laurencio, de la comisión de oftalmopediatría del Consejo Argentino de Oftalmología (CAO).

Hacia la prevención

Ante esta realidad, más intendencias están tomando cartas en el asunto, creando proyectos preventivos que se enfocan en la detección temprana de las enfermedades y así, contribuir para evitar posibles afecciones visuales. Entre los casos ejemplares se encuentra las municipalidades de Vicente López, Esteban Echeverría y Tigre que apuntan hacia programas de asistencia oftalmológica en el ámbito escolar donde niños de primero a sexto grado reciben el tratamiento adecuado en su etapa de desarrollo visual. A continuación, Gobierno & Intendencias resume cómo se llevan a cabo los programas de cada distrito, según explican sus voceros.

Programa Oftalmológico Educativo. La intendencia que dirige Fernando Gray lanzó este programa destinado a chicos entre primero y sexto grado de 22 escuelas primarias del distrito. "Desde la propuesta, consideramos que la promoción de la salud visual, para ser eficaz, debe ser un proceso inclusivo y participativo, por ello, resulta indispensable implementarse en el ámbito escolar, lugar de pertenencia de los alumnos", explica la secretaria de Desarrollo Social, Paula Ferro, sobre el programa cuya "población objetivo" son más 8.500 niños y niñas de las 44 escuelas primarias públicas del distrito.

"La visión es un sentido importante en el desarrollo de la personalidad, la imagen de sí mismo y los vínculos sociales", agrega Ferro. Explica, además, que es necesario priorizar la revisación oftalmológica en los alumnos y alumnas de entre 5 y 6 años, "dado que es la edad de inicio en la escuela primaria". Bajo esta línea y, desde el aspecto físico, comparte que la maduración del órgano de la visión alcanza su grado máximo de desarrollo alrededor de los 8 años, por lo cual la detección temprana de problemas visuales permite "su corrección (a través de la entrega gratuita del anteojo), y mejora las condiciones de aprendizaje". En esta instancia, -agrega- la revisación en sexto grado les permitirá "detectar y atender la salud oftalmológica".

"Ver para Crecer". El programa de Vicente López tiene sus similitudes. Además de realizar una revisación oftalmológica a niños de primaria, también incluye a maestros, auxiliares, técnicos, preceptores y el personal de los colegios porque, según Martín Darway, secretario de Salud del distrito, "usan anteojos, pero no los pueden recambiar porque muchas obras sociales no cubren el cambiado de lentes". Hoy llevan evaluando a 6.255 chicos de todos los colegios provinciales, 25 que hay en el municipio y tres colegios municipales. En total, se gastaron en el programa aproximadamente $ 3,8 millones.

Desde el municipio, aseguran que la aplicación del programa evitará el déficit de atención presente en el ámbito escolar. "Nos hace pensar que ese chico que no presta atención, se distrae, o que la maestra lo reta, sufre, en realidad, problemas en la visión que se soluciona con un par de anteojos", manifiesta Darway.

A la hora de hablar sobre cómo es el abordaje previo que se realiza para luego implementarlo, Darway comparte que, en primer lugar, se realiza un listado de cada uno de los grados y se envía a un equipo que incluye un optómetra, oftalmóloga, asistente social y un administrativo, que revisan "grado por grado a los chicos". Una vez que tiene la graduación -continúa- los que tienen que usar anteojos "eligen entre los diez marcos posibles cuál le gustas más y luego de seleccionarlo, se les entrega el anteojo, con un limpiador y un kit de mantenimiento una semana después".

"Para verte mejor". La municipalidad de Tigre, desde 2008, desarrolla la iniciativa en el marco del Programa de Sanidad Escolar (PROSANE) e incluye cada año a más de 6.000 alumnos de 1er y 6to grados de las 61 escuelas primarias y especiales del municipio que son revisados entre los meses de marzo a noviembre. "El objetivo es disminuir los índices de deserción escolar y repitencia por causas prevenibles o tratables. Revertir el modelo tradicional de "espera" para ir a un modelo de "búsqueda" de los problemas, a través de la detección temprana, en un espacio donde el único interés es la salud integral del niño", afirma Malena Galmarini, secretaría de Política Sanitaria y Desarrollo Humano del distrito. La iniciativa ya benefició a más de 8.000 niños.

Sobre el proceso para llevarlo adelante, Galmarini explica que la Secretaría de Política Sanitaria y Desarrollo Humano se contacta previamente con cada una de las escuelas del distrito y se construye un cronograma anual, que abarca a todas las escuelas antes mencionadas. Luego de "la aceptación por parte de la comunidad escolar y el consentimiento de los padres a la revisación", un equipo de oftalmólogos y asistentes técnicos ópticos recorren las escuelas con el equipamiento necesario para verificar si deben utilizar anteojos o no. "Todo niño al que se le prescribe anteojos, se revisa anualmente, para mantener un seguimiento y evaluar la necesidad de un cambio de graduación. Además, se reemplazan todos los anteojos que presenten roturas o por perdida", cierra.

Otras propuestas

Más allá de las iniciativas anteriores, también existen otros programas que contribuyen a prevenir las distintas enfermedades o dificultades visuales. Por ejemplo, a través del Programa Nacional de Salud Escolar (PROSANE), el Ministerio de Salud Pública de San Juan en conjunto con el Ministerio de Salud de la Nación, establecieron una Red Oftalmológica provincial para niños, niñas y adolescentes. La idea busca promover la salud visual de los niños, fundamental para un adecuado desarrollo escolar.

Por otro lado, hay municipios que prefieren unificarse con sociedades civiles para combatir la problemática. Tal puede ser el caso de la municipalidad Pasos de los Libres que, en conjunto con Fundación UMEP, se unieron para implementar el Programa de Salud Visual "Operación Milagro", dirigida a realizar cirugías oftalmológicas en poblaciones de escasos recursos. Por último, también hay intendencias que apuestan por la tecnología e invierten para mejorar el servicio. "Los municipios colaboran con la tecnología. Están desarrollando Centros para armar consultorios oftalmológicos en los centros de salud para descongestionar los hospitales públicos que tienen una gran demanda de gente. Hay una concientización de que este problema está aumentando", afirma Laurencio al diario. Un ejemplo, es el "Centro Bignone", un espacio oftalmológico de baja visión en Vicente Lopez que cuenta con 18 talleres distintos las personas que tienen baja visión o ciegos.

No solo para niños

Las que trabajan por el barrio también son beneficiadas. La municipalidad de San Fernando entregó los primeros 45 anteojos de un total de 110 incluidos en el Programa que contribuye con las "Manzaneras', un grupo de trabajadoras barriales que acompañan a sus vecinos para que accedan a servicios de Salud. Los lentes, fueron entregados en el Hospital Oftalmológico Municipal.

Operación Milagro

Más allá de las iniciativas públicas para disminuir las distintas problemáticas visuales, también existen propuestas de distintas entidades que se unen a la lucha. Un ejemplo, es el programa de salud visual denominado Operación Milagro. Impulsado por Cuba y Venezuela, llegó a la Argentina en 2005, donde, cuatro años después, abrió el Centro Oftalmológico "Dr. Ernesto Guevara", en la Ciudad de Córdoba. El programa, ofrece operaciones gratuitas para todos aquellos que padecen Cataratas o Pterigium. Desde 2009, en el Centro realizó 7000 cirugías de ojos gratuitas.
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