EE.UU.: en estas fiestas los ricos se ajustan el cinturón y lo siente el mercado del lujo
Aparecieron grietas en el mercado estadounidense del lujo, que mueve u$s 94.000 millones, en especial para las compañías que apuntan a compradores de altos ingresos, pero aún no enriquecidos.
En la última temporada de las fiestas de fin de año, la agente literaria Linda Chester se compró un tapado de piel, un vestido de noche de Ralph Rucci y calzas de gamuza de Norman Ambrose. Este año, esta amante de la moda que se mueve entre ambas costas de Estados Unidos se dio por satisfecha con unos aros de fantasía del diseñador del SoHo Iradj Moini.
“Decididamente me estoy apretando el cinturón este año“, dijo Chester, que citó un rebote económico desigual y preocupación por una posible burbuja del mercado de valores, así como un deseo de gastar más en caridad. Realmente no estoy buscando“.
No son solo los compradores de bajos recursos los que limitan los gastos para sus seres queridos y para sí mismos en estas fiestas de fin de año. La gente rica también cuida sus dólares.
En tanto los compradores más acaudalados no dudan en gastar US$4.600 en un bolso de Hermés, han aparecido grietas en el mercado estadounidense del lujo, que mueve u$s 94.000 millones, en especial para las compañías que apuntan a compradores de altos ingresos, pero aún no enriquecidos.
Coach Inc. ha dicho que los clientes planean gastar menos en regalos y que el movimiento en los centros de compras cayó en forma pronunciada el mes pasado. Los analistas predicen que las ventas de Nordstrom Inc. en el cuarto trimestre podrían crecer a un ritmo de menos de la mitad del registrado en 2012, que fue de 6,1 por ciento. Las ventas comparables de Tiffany Co. en el tercer trimestre en el continente americano fueron apenas más Inc. y Nordstrom ofrecieron descuentos de 40 por ciento en muchas marcas.
Como los recuerdos del derrumbe financiero del 2008 están todavía frescos, algunos compradores ricos se preguntan si los avances del mercado de valores a alturas sin precedente son sostenibles y citan informes contradictorios sobre la economía, dijo Robin Lewis, consultor de comercio minorista en Nueva York. Se achican bonificaciones.
En tanto la Reserva Federal informó ayer que los avances de los mercados inmobiliario y de valores aumentaron los recursos de las familias de julio a septiembre, el llamado efecto riqueza no dio por resultado un incremento mensurable en el gasto. Algunos de los más ricos serán menos generosos este año, ya que los bancos de Wall Street redujeron las bonificaciones. Goldman Sachs, junto con las divisiones de banca de inversión de seis de sus mayores rivales en Estados Unidos y Europa, destinó un total de 39 por ciento del ingreso para compensaciones en los nueve primeros meses, frente a 42 por ciento un año antes.
La semana pasada, el Departamento de Comercio informó que la economía de Estados Unidos se había expandido 3,6 por ciento en el tercer trimestre, más rápido que lo estimado en un principio. Sin embargo, las existencias en alza impulsaron gran parte del crecimiento, aumentando en la mayor proporción en 15 años. Si las ventas se recuperan esta temporada de las fiestas, los minoristas podrán aligerar la acumulación de mercadería. Si no es así, las cadenas tal vez tengan que descargarla con descuentos que afecten las ganancias.