Cambia la frontera más importante para EE.UU.: quedó en manos del "zar del fentanilo" y estas van a ser las nuevas reglas de juego
La última decisión de su país vecino podría cambiar para siempre la amenaza de aranceles de Trump.
La frontera más importante para Estados Unidos está atravesando un cambio significativo con la designación de un nuevo encargado de combatir el tráfico de fentanilo.
Kevin Brosseau, exmiembro de la Real Policía Montada de Canadá, asume el cargo en un contexto de creciente presión por parte de Washington para endurecer las medidas de seguridad fronteriza. Este movimiento se produce en medio de tensiones comerciales entre ambos países, con la amenaza de nuevos aranceles sobre las importaciones canadienses.
La administración de Donald Trump ha enfatizado que el control del flujo de drogas es una prioridad clave para la seguridad nacional. Con la designación de Brosseau, el gobierno canadiense busca fortalecer la cooperación con el país vecino y evitar sanciones económicas adicionales derivadas de preocupaciones sobre el tráfico ilícito.
Un nuevo enfoque en la seguridad fronteriza
El nombramiento de Kevin Brosseau como "zar del fentanilo" responde a la creciente preocupación en Estados Unidos por la crisis de opioides. Aunque menos del 1% del fentanilo interceptado en la frontera proviene de Canadá, Washington ha exigido medidas más estrictas para frenar el flujo de drogas.
Como parte de su estrategia, Canadá ha desplegado nuevos helicópteros Black Hawk y drones para patrullar los 8.890 kilómetros de frontera compartida.
Además, se han reforzado los controles aduaneros con la contratación de casi 10.000 agentes adicionales. La administración de Trump ha dejado en claro que espera resultados concretos en la reducción del tráfico ilícito de sustancias, lo que ha llevado a Canadá a intensificar sus esfuerzos para demostrar su compromiso con la lucha antidrogas.
¿Cómo impactará en el comercio bilateral?
Mientras el foco está en la seguridad fronteriza, la posible imposición de aranceles sobre las importaciones canadienses genera incertidumbre en el comercio entre ambos países. Más del 75% de las exportaciones de Canadá tienen como destino Estados Unidos, y sectores como el del acero y el aluminio podrían verse gravemente afectados.
Las reuniones de los líderes provinciales en Washington han sido clave para evitar una escalada en las tensiones económicas. Sin embargo, el presidente Trump ha dejado abierta la posibilidad de nuevas restricciones si considera que su vecino no cumple con los compromisos en seguridad fronteriza.
Ante este panorama, las autoridades canadienses buscan equilibrar el fortalecimiento de los controles con la preservación de una relación comercial estable con su principal socio económico.