Armas obligatorias en Estados Unidos: el pueblo donde todos si o si deben tener armas de fuego según la ley
Conocé la reglamentación de esta particular ciudad estadounidense.
El pequeño pueblo de Kennesaw, en el estado de Georgia, destaca no solo por su típico encanto del sur de Estados Unidos, sino por una peculiar ley que obliga a cada jefe de familia a poseer un arma de fuego y municiones.
Desde 1982, esta normativa generó tanto orgullo como controversia entre los habitantes. Según el alcalde Derek Easterling, "no vamos a tocar a su puerta para revisar si tiene un arma". Sin embargo, aclara: "No es una ley simbólica. No me interesan las cosas sólo para exhibirlas".
Los detalles de la ley y sus exenciones
La normativa establece que "todo jefe de familia que resida dentro de los límites de la ciudad debe tener un arma de fuego, junto con municiones". Sin embargo, no aplica a personas con discapacidades físicas o mentales, condenas por delitos graves o convicciones religiosas que prohíban el uso de armas.
A pesar de estar vigente desde hace más de 40 años, no se registraron arrestos ni procesos judiciales relacionados con su incumplimiento, y los mismos residentes desconocen las posibles sanciones.
Opiniones divididas sobre la ley de armas obligatorias
Para algunos habitantes, la ley representa un símbolo de la cultura de armas que define a Kennesaw. En palabras de un cliente de la pizzería local, "en todo caso, los delincuentes deben preocuparse, porque si entran en tu casa y estás allí, no saben lo que tienes".
Los datos oficiales del Departamento de Policía reflejan que en 2023 no se registraron asesinatos en la ciudad, aunque sí hubo dos suicidios con armas de fuego. Según Blake Weatherby, jardinero de la Primera Iglesia Bautista de Kennesaw, "es la actitud hacia las armas aquí en Kennesaw lo que mantiene bajos los delitos con armas de fuego, no las armas".
Una respuesta política a las restricciones en otras ciudades
La ley de Kennesaw nació como reacción a una normativa en Morton Grove, Illinois, que prohibió la posesión de armas. En palabras de Pat Ferris, miembro del consejo municipal en los años 80, la medida en Kennesaw fue concebida como "más una declaración política que otra cosa".
Aunque sigue siendo objeto de debate, los residentes de Kennesaw mantienen la creencia de que esta normativa ha contribuido a la seguridad local, reforzando la identidad del pueblo como un bastión de la cultura de las armas en Estados Unidos.