Adiós a la pensión por incapacidad | La Seguridad Social dará de baja a todos los titulares, a menos que cumplan el requisito máximo
Este refuerzo en los controles busca asegurar que las prestaciones lleguen a quienes verdaderamente las necesitan y preservar la sostenibilidad del sistema.
La incapacidad temporal (IT) es el estado en el que un trabajador no puede desempeñar su labor de forma temporal y requiere atención sanitaria de la Seguridad Social. Durante este periodo, quienes se encuentren en dicha situación pueden recibir una prestación económica.
No obstante, el organismo público ha lanzado una advertencia clave: el derecho a esta ayuda puede suspenderse o cancelarse si el trabajador no cumple correctamente con el tratamiento prescrito.
La Seguridad Social dará de baja a todos los titulares
La incapacidad temporal cubre situaciones como enfermedades comunes, accidentes no laborales o enfermedades profesionales. Dependiendo del caso, el subsidio comienza a partir del cuarto día de baja en enfermedades comunes o accidentes no laborales.
Sin embargo, en situaciones derivadas de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, la cobertura comienza al día siguiente de la baja. En casos especiales, como la menstruación incapacitante secundaria, la prestación se activa desde el primer día de baja.
Para cobrar el subsidio por incapacidad temporal, es importante que el trabajador cumpla con una serie de condiciones. En primer lugar, debe continuar con el tratamiento médico prescrito por los profesionales de la Seguridad Social o las mutuas colaboradoras. Si el trabajador rechaza o abandona el tratamiento sin una causa razonable, el derecho al subsidio puede ser suspendido o incluso denegado.
Asimismo, la baja por incapacidad temporal también puede ser suspendida o retirada en los siguientes casos:
- Si se detecta actuación fraudulenta por parte del beneficiario para obtener o mantener el subsidio.
- Si el trabajador comienza a trabajar por cuenta propia o ajena durante el periodo de baja.
- Si el beneficiario no se presenta a las convocatorias médicas realizadas por los médicos del Instituto Nacional de la Seguridad Social o de las mutuas colaboradoras.
Si un trabajador no acude a las citas médicas, su baja será suspendida de forma temporal hasta comprobar si la falta está justificada. Estos controles buscan asegurar que las prestaciones lleguen a quienes realmente las necesitan y mantener la sostenibilidad del sistema de Seguridad Social.
Es por ello que, el rechazo o abandono del tratamiento sin justificación puede poner en peligro la recuperación del trabajador y, en última instancia, afectar su derecho a recibir la ayuda económica.