Cáncer de pulmón: cuáles son los síntomas de esta patología para detectarlo a tiempo
Descubre qué es el cáncer de pulmón, los síntomas característicos y las posibles tratamientos.
Según el sitio web de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades no transmisibles constituyen la causa predominante de fallecimiento y limitaciones físicas a nivel global. No obstante, afirman que gran cantidad de ellas pueden evitarse mediante la disminución de los elementos de riesgo habituales.
Por esa razón, conoce qué es el cáncer de pulmón, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores tratamientos disponibles.

¿Qué es el cáncer de pulmón?
Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, el cáncer de pulmón es una enfermedad caracterizada por el crecimiento descontrolado de células anormales en los tejidos pulmonares. Esta condición puede desarrollarse en diferentes partes del pulmón y se clasifica principalmente en dos tipos: el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) y el cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP), siendo el primero el más común. Los factores de riesgo incluyen el tabaquismo, la exposición a sustancias tóxicas y antecedentes familiares.
Los síntomas del cáncer de pulmón pueden incluir tos persistente, dificultad para respirar, dolor en el pecho y pérdida de peso inexplicada. A menudo, la enfermedad se diagnostica en etapas avanzadas, lo que dificulta su tratamiento. La detección temprana y el tratamiento adecuado son cruciales para mejorar las tasas de supervivencia y se están llevando a cabo investigaciones para desarrollar nuevas terapias y métodos de diagnóstico.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de pulmón?
Los síntomas del cáncer de pulmón suelen aparecer en etapas avanzadas de la enfermedad e incluyen:
- Una tos reciente que persiste
- Tos con sangre, incluso en pequeñas cantidades
- Falta de aire
- Dolor en el pecho
- Ronquera
- Pérdida de peso involuntaria
- Dolor en los huesos
- Dolor de cabeza
Es importante consultar al médico si se presentan síntomas persistentes que generen preocupación. Además, si se es fumador y no se ha logrado dejar el hábito, se recomienda buscar ayuda médica para recibir apoyo en el proceso de dejar de fumar.
¿Cómo saber si una persona tiene cáncer de pulmón?
El diagnóstico del cáncer de pulmón comienza con la evaluación del riesgo del paciente, especialmente en aquellos con antecedentes de tabaquismo. Los médicos pueden recomendar exámenes de detección anuales, como tomografías computarizadas de dosis bajas, para identificar posibles anomalías en los pulmones. Si se sospecha la presencia de cáncer, se realizarán diversas pruebas, incluyendo radiografías y tomografías computarizadas, para detectar nódulos o tumores, así como análisis de esputo y biopsias para confirmar la presencia de células cancerosas.
Una vez diagnosticado el cáncer de pulmón, el siguiente paso es determinar su estadio, lo que ayuda a definir el tratamiento adecuado. Esto implica realizar pruebas de imagen adicionales, como resonancias magnéticas y tomografías por emisión de positrones, para verificar si el cáncer se ha diseminado más allá de los pulmones. Los estadios se clasifican del I al IV, donde los números más bajos indican un cáncer localizado, mientras que el estadio IV señala una enfermedad avanzada que ha afectado otras partes del cuerpo.

¿Cómo prevenir y tratar el cáncer de pulmón?
El tratamiento y la prevención del cáncer de pulmón requieren un enfoque personalizado que involucra la colaboración entre el paciente y el médico. Juntos, evaluarán el estado general de salud del paciente, el tipo y estadio del cáncer, así como las preferencias personales. En algunos casos, el paciente puede optar por no recibir tratamiento, eligiendo en su lugar cuidados paliativos que se centran en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
La cirugía es una opción viable para aquellos cuyo cáncer está limitado a los pulmones. Dependiendo del tamaño y la ubicación del tumor, se pueden realizar diferentes tipos de resecciones, desde la extirpación de una pequeña parte del pulmón hasta la eliminación de un pulmón entero. En situaciones donde el tumor es más grande, se puede recomendar quimioterapia o radioterapia antes de la cirugía para reducir su tamaño, así como tratamientos adicionales después de la operación para eliminar cualquier célula cancerosa residual.
Además de la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia son tratamientos comunes para el cáncer de pulmón. La radioterapia utiliza energía de alta potencia para destruir células cancerosas y puede ser combinada con quimioterapia para maximizar su efectividad. Por otro lado, la quimioterapia emplea medicamentos para eliminar células cancerosas y puede ser utilizada antes o después de la cirugía. En todos los casos, es fundamental que el paciente reciba un seguimiento adecuado y cuidados paliativos para manejar los síntomas y mejorar su bienestar general.
Cáncer de pulmón: posibles factores de riesgo
El cáncer de pulmón presenta varios factores de riesgo, algunos de los cuales son controlables, como el tabaquismo, que incrementa el riesgo en función de la cantidad de cigarrillos consumidos y la duración del hábito. Otros factores, como la exposición al humo de tabaco ajeno, la radioterapia previa en el pecho, la exposición al gas radón y a sustancias carcinógenas como el asbesto, también contribuyen al riesgo. Además, tener antecedentes familiares de cáncer de pulmón puede aumentar la probabilidad de desarrollar esta enfermedad.
Para finalizar, es necesario recordar que en caso de presentar alguno de los síntomas mencionados es aconsejable consultar con un profesional de la salud. La detección temprana es clave para un tratamiento eficaz y para prevenir complicaciones.