Descubren nuevos restos fósiles de un dinosaurio gigante que enfrentó al T-Rex
Un equipo de paleontólogos encontró al Taurovenator violantei en la Reserva Pueblo Blanco.
En la provincia de Río Negro, un grupo de paleontólogos realizó un descubrimiento asombroso: los restos fósiles de Taurovenator violantei, un dinosaurio carnívoro de once metros de largo y cinco toneladas que habitó la región hace aproximadamente 90 millones de años.
Este depredador, detectado en la Reserva Natural Pueblo Blanco, a unos 25 kilómetros al sur de El Chocón, es parte del grupo de los carcarodontosáuridos. Fue también uno de los rivales más feroces del Tyrannosaurus rex.
El "Toro Cazador" de Río Negro: características del principal rival del T-Rex
El Taurovenator violantei, cuyo nombre significa "toro cazador", se destaca no solo por su tamaño, sino también por una serie de adaptaciones anatómicas.
Los investigadores descubrieron que sus vértebras cervicales poseían conexiones adicionales que conferían una mayor rigidez a su cuello, un rasgo único entre los carcarodontosáuridos que podría haberle permitido soportar el peso de su enorme cráneo de 1,3 metros de largo durante la caza y el desplazamiento.
"Las vértebras del cuello de Taurovenator presentan zonas de conexión extras, lo que aporta mayor rigidez al cuello. Este rasgo distintivo se ha observado en otros carcarodontosáuridos y sugiere que soportaban mejor el peso de sus cráneos, posiblemente para cazar de forma más eficiente", explicó Rolando Aranciaga, líder de la investigación y miembro del Conicet.
¿Cómo era la vida del "Taurovenator"?
Este gigantesco carnívoro, con cuernos sobre los ojos y una anatomía adaptada para cazar, revela nuevos datos sobre el comportamiento de los carcarodontosáuridos.
La rigidez adicional en su cuello sugiere que Taurovenator tenía una musculatura especial para soportar su cráneo masivo, lo que podría haber sido una ventaja a la hora de acechar y capturar presas de gran tamaño en los bosques y planicies de Gondwana.
Este hallazgo no solo resalta la riqueza paleontológica de Argentina, sino que también abre nuevas preguntas sobre la evolución de los grandes depredadores. Cada fósil recuperado es una pieza clave para comprender el mundo prehistórico y los desafíos que enfrentaron especies como Taurovenator violantei en su lucha por la supervivencia en un ecosistema lleno de gigantes.
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Río Negro: una zona rica en fósiles prehistóricos
Río Negro, y especialmente la región alrededor de la presa Ezequiel Ramos Mexía, es famosa por su riqueza en yacimientos fósiles. En esta misma área se encontraron otras especies como el Tralkasaurus cuyi, un dinosaurio carnívoro de menor tamaño, y el Chucarosaurus diripienda, un enorme saurópodo herbívoro.
Con el descubrimiento del Taurovenator violantei, esta región suma otro gigante a su lista de hallazgos y aporta información fundamental sobre la anatomía de los carcarodontosáuridos, una familia de dinosaurios depredadores que dominó en Gondwana durante el período Cretácico Medio.
Una última década de descubrimientos: 2013 a 2023
Los primeros restos de Taurovenator se encontraron en 2013, cuando se halló un hueso aislado del cráneo. En expediciones posteriores, entre 2018 y 2023, los investigadores recuperaron más partes del esqueleto, incluyendo vértebras, huesos de las piernas y los brazos casi completos, permitiendo reconstruir su anatomía de forma más detallada.
Este hallazgo fue recientemente publicado en la revista The Science of Nature, consolidándose como uno de los descubrimientos paleontológicos más importantes de Argentina en los últimos años.
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