Cambia el Vaticano | El Papa Francisco afirmó que "la misión de la Iglesia se caracterizará por..."
Para empezar tu jornada con la dirección divina, descubre cuáles son los pasajes bíblicos para este viernes.
Con el fin de que los adeptos tengan acceso de manera sencilla a las enseñanzas sagradas, el Vaticano comparte diariamente en su página web oficial extractos de la Biblia acompañados de los pensamientos del líder máximo de la Iglesia Católica, el sumo pontífice, el papa Francisco.
El santo pontífice Jorge Mario Bergoglio realiza dicha lectura bíblica para que también sea compartida en las misas que se celebran durante todos los días de la semana.

Los versículos bíblicos para este viernes 18 de octubre
Aunque la Santo Libro tenga una antigüedad considerable, el mensaje de Dios siempre ofrece apoyo y orientación para nuestro día a día. Por tanto, es fundamental recordar los siguientes pasajes de Timoteo:
Segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 4, 9-17
Querido hermano: Haz lo posible por venir a verme cuanto antes, pues Dimas, prefiriendo las cosas de este mundo, me ha abandonado y ha partido a Tesalónica. Crescencio se fue a Galacia y Tito, a Dalmacia. El único que me acompaña es Lucas. Trae a Marcos contigo, porque me será muy útil en mis tareas. A Tíquico lo envié a Éfeso.
Cuando vengas, tráeme el abrigo que dejé en Tróade, en la casa de Carpo. Tráeme también los libros y especialmente los pergaminos.
Alejandro, el herrero, me ha hecho mucho daño. El Señor le dará su merecido. Cuídate de él, pues se ha opuesto tenazmente a nuestra predicación.
La primera vez que me defendí ante el tribunal, nadie me ayudó. Todos me abandonaron. Que no se les tome en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara claramente el mensaje de salvación y lo oyeran todos los paganos.

Los versículos de la Biblia para este viernes 18 de octubre
Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 1-9
En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir y les dijo: "La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos.
No lleven ni dinero ni morral ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa digan: 'Que la paz reine en esta casa'. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: 'Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios'.

La palabra del papa Francisco para el viernes 18 de octubre
El papa Francisco ha compartido una profunda interpretación sobre la misión de los setenta y dos discípulos, destacando la importancia de la oración, el desapego y la paz en el mensaje cristiano. En su reflexión, el pontífice subraya que la misión no debe ser vista como un acto de proselitismo, sino como un anuncio y testimonio del Reino de Dios, que se manifiesta a través de la sanación y la alegría.
Francisco enfatiza que esta misión itinerante debe ser vivida con libertad y responsabilidad, permitiendo que aquellos que rechazan el mensaje lo hagan sin condenas.
"Estos imperativos muestran que la misión se basa en la oración; que es itinerante: no está quieta, es itinerante; que requiere desapego y pobreza; que trae paz y sanación, signos de la cercanía del Reino de Dios; que no es proselitismo sino anuncio y testimonio; y que también requiere la franqueza y la libertad para irse, evidenciando la responsabilidad de haber rechazado el mensaje de salvación, pero sin condenas ni maldiciones. Si se vive en estos términos, la misión de la Iglesia se caracterizará por la alegría", afirmó.
Esta perspectiva invita a los fieles a vivir su fe con un espíritu de gozo y esperanza, reflejando la cercanía de Dios en sus vidas y en el mundo. La misión, según Francisco, es un camino que, aunque desafiante, está lleno de promesas y bendiciones divinas.