Sagradas Escrituras

El Papa Francisco explicó a la Iglesia católica cómo identificar las señales del "Reino de Dios"

Conoce cuál es la palabra de Dios para que te guíe este viernes y la interpretación del papa Francisco.

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El Vaticano ha compartido en su blog oficial este viernes, 18 de octubre de 2024 una prédica dirigida a todos los cristianos con un llamado a reflexionar sobre la palabra de Cristo.

Durante este viernes, el papa Francisco reflexiona sobre la misión de la Iglesia, destacando que debe comenzar con la oración, ser itinerante y desapegada y enfocarse en el anuncio del Reino de Dios con paz y sanación, encontrando la verdadera alegría en la certeza de la salvación.

El evangelio del día y las palabras del papa Francisco.

La prédica del papa Francisco para este viernes

El papa Francisco ha compartido una profunda reflexión sobre la misión de la Iglesia, tomando como base las instrucciones que Jesús dio a los setenta y dos discípulos. En su prédica, el Santo Padre destacó que la misión comienza con la oración, enfatizando que "la misión se basa en la oración".

Además, subrayó la importancia de ser itinerantes y desapegados, recordando que "no llevéis bolsa o alforja", lo que implica una vida de pobreza y confianza en la providencia divina. El Papa también hizo hincapié en que la misión no debe ser vista como un acto de proselitismo, sino como un "anuncio y testimonio" del Reino de Dios.

"Estos imperativos muestran que la misión se basa en la oración; que es itinerante: no está quieta, es itinerante; que requiere desapego y pobreza; que trae paz y sanación, signos de la cercanía del Reino de Dios; que no es proselitismo sino anuncio y testimonio; y que también requiere la franqueza y la libertad para irse, evidenciando la responsabilidad de haber rechazado el mensaje de salvación, pero sin condenas ni maldiciones", señaló.

Esta actitud de libertad y franqueza es fundamental para que la misión sea auténtica y refleje el amor de Dios. Finalmente, el Papa concluyó su mensaje recordando que la verdadera alegría de la misión no proviene del éxito, sino de la certeza de que "vuestros nombres están escritos en el cielo".

Vaticano: el evangelio del día y las palabras del papa Francisco.

La lectura de la Biblia para este viernes

2° carta del apóstol san Pablo a Timoteo 4, 9-17

Querido hermano: Haz lo posible por venir a verme cuanto antes, pues Dimas, prefiriendo las cosas de este mundo, me ha abandonado y ha partido a Tesalónica. Crescencio se fue a Galacia y Tito, a Dalmacia. El único que me acompaña es Lucas. Trae a Marcos contigo, porque me será muy útil en mis tareas. A Tíquico lo envié a Éfeso.

Cuando vengas, tráeme el abrigo que dejé en Tróade, en la casa de Carpo. Tráeme también los libros y especialmente los pergaminos.

Alejandro, el herrero, me ha hecho mucho daño. El Señor le dará su merecido. Cuídate de él, pues se ha opuesto tenazmente a nuestra predicación. La primera vez que me defendí ante el tribunal, nadie me ayudó. Todos me abandonaron. Que no se les tome en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara claramente el mensaje de salvación y lo oyeran todos los paganos.

Vaticano: el evangelio del día y las palabras del papa Francisco.

El evangelio para el viernes, 18 de octubre de 2024

Santo evangelio según san Lucas 10, 1-9

En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir y les dijo: "La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero ni morral ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino.

Cuando entren en una casa digan: 'Que la paz reine en esta casa'. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa.

En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: 'Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios'.

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