Cáncer de próstata: cuáles son los síntomas de esta patología y de qué forma se puede tratar
Conoce cuáles son los síntomas del cáncer de próstata, cómo se trata y de qué forma puede prevenirse.
Las enfermedades no transmisibles causan 41 millones de muertes al año que equivalen al 71% de los decesos que se producen en todo el planeta, según datos compartidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por ese motivo, conoce qué es el cáncer de próstata, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores terapias disponibles.

¿Qué es el cáncer de próstata?
Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, el cáncer de próstata es una enfermedad en la que se forman células malignas en los tejidos de la glándula prostática, que es parte del sistema reproductor masculino. Esta glándula, ubicada justo debajo de la vejiga, produce un líquido que forma parte del semen. El cáncer de próstata es uno de los tipos más comunes de cáncer entre hombres, especialmente en aquellos mayores de 50 años.
Los síntomas del cáncer de próstata pueden incluir dificultad para orinar, dolor en la pelvis y sangre en la orina o el semen. Sin embargo, en sus etapas iniciales, la enfermedad puede no presentar síntomas evidentes. La detección temprana a través de exámenes regulares, como el antígeno prostático específico (PSA), es crucial para un tratamiento efectivo y mejores tasas de supervivencia.
¿Cuáles son los síntomas del cáncer de próstata?
El cáncer de próstata en sus etapas iniciales generalmente no presenta síntomas. Sin embargo, en etapas más avanzadas, puede causar problemas como dificultad para orinar, disminución en la fuerza del flujo urinario, presencia de sangre en la orina o en el semen, dolor en los huesos, pérdida de peso involuntaria y disfunción eréctil. Es importante consultar al médico si se experimentan síntomas persistentes que generen preocupación.
¿Cómo saber si una persona tiene cáncer de próstata?
El diagnóstico del cáncer de próstata comienza con una evaluación inicial que puede incluir un tacto rectal y un análisis de antígeno prostático específico (PSA). Durante el tacto rectal, el médico examina la próstata en busca de anormalidades en su textura, forma o tamaño. Por otro lado, el análisis de PSA implica extraer una muestra de sangre para medir los niveles de esta sustancia, ya que un nivel elevado puede indicar la presencia de problemas en la próstata, incluyendo cáncer.
Si se detectan anomalías en estas pruebas iniciales, se pueden realizar exámenes adicionales como ecografías o biopsias para confirmar la presencia de células cancerosas. La biopsia, que consiste en recolectar una muestra de tejido prostático, es fundamental para determinar si hay cáncer y evaluar su agresividad mediante la puntuación de Gleason. Una vez confirmado el diagnóstico, el médico también evaluará si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo, utilizando diversas pruebas de imagen para establecer el estadio del cáncer y planificar el tratamiento adecuado.

¿Cuál es el mejor tratamiento para el cáncer de próstata?
El tratamiento y la prevención del cáncer de próstata dependen de varios factores, como la agresividad del cáncer y la salud general del paciente. En casos de cáncer de próstata de bajo grado, es posible que no se requiera un tratamiento inmediato. En su lugar, los médicos pueden recomendar la vigilancia activa, que implica un seguimiento regular a través de análisis de sangre, tactos rectales y biopsias para monitorear el avance de la enfermedad. Si se detecta un crecimiento, se pueden considerar opciones de tratamiento como cirugía o radioterapia.
La cirugía, específicamente la prostatectomía radical, es una opción para extirpar el cáncer que se limita a la próstata. Este procedimiento puede realizarse mediante técnicas mínimamente invasivas, como la prostatectomía laparoscópica asistida por robot, o a través de una incisión más grande en el abdomen. La radioterapia, por otro lado, utiliza energía de alta potencia para destruir las células cancerosas y puede ser una opción tanto para cánceres localizados como para aquellos que han avanzado. En algunos casos, se pueden combinar ambos tratamientos para maximizar la efectividad.
Además de la cirugía y la radioterapia, existen otras opciones de tratamiento como la terapia hormonal, quimioterapia e inmunoterapia, que pueden ser utilizadas dependiendo de la etapa y características del cáncer. La terapia hormonal busca reducir los niveles de testosterona, que alimentan el crecimiento del cáncer, mientras que la quimioterapia y la inmunoterapia utilizan medicamentos para atacar las células cancerosas. Es fundamental que los pacientes discutan con sus médicos las mejores opciones de tratamiento y prevención, considerando su situación específica y los posibles efectos secundarios.
Cáncer de próstata: posibles factores de riesgo
Los factores de riesgo para el cáncer de próstata incluyen la edad avanzada, ya que el riesgo aumenta significativamente después de los 50 años. Además, los hombres afroamericanos presentan una mayor predisposición, con una tendencia a que el cáncer sea más agresivo. Los antecedentes familiares de cáncer de próstata o de genes relacionados, como BRCA1 y BRCA2, también elevan el riesgo. Por último, la obesidad se asocia con un mayor riesgo y una posible agresividad del cáncer en quienes la padecen.
Para finalizar, es aconsejable consultar con un especialista en salud ante cualquier duda o síntoma. La información médica puede ser compleja y es importante acudir a fuentes confiables para vitar la automedicación y basar las decisiones de tratamiento en evidencia clínica.