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Trastorno dismórfico corporal: cómo detectarlo a tiempo y cuáles son los mejores tratamientos

Conoce qué es el trastorno dismórfico corporal. trastorno dismórfico corporal, cuáles son los síntomas y cómo puede tratarse.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica en su portal web que las enfermedades no transmisibles son la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo. Sin embargo, aseguran que muchas se pueden prevenir mediante la reducción de los factores de riesgo comunes.

Por ese motivo, conoce qué es el trastorno dismórfico corporal. trastorno dismórfico corporal, cuáles son sus síntomas, cómo reducir los factores de riesgo y cuáles son los mejores tratamientos disponibles.

¿Qué es el trastorno dismórfico corporal. trastorno dismórfico corporal?

Según explica el portal sobre salud Mayo Clinic, el trastorno dismórfico corporal (TDC) es una afección mental caracterizada por una preocupación obsesiva por defectos percibidos en la apariencia física, que suelen ser mínimos o incluso inexistentes. Las personas que padecen este trastorno pueden pasar horas frente al espejo, evitando situaciones sociales o sometiéndose a múltiples procedimientos estéticos en un intento de corregir lo que consideran imperfecciones.Este trastorno puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes lo sufren, afectando sus relaciones interpersonales y su bienestar emocional. El TDC es tratable a través de terapia cognitivo-conductual y, en algunos casos, medicación, lo que permite a los pacientes mejorar su percepción de sí mismos y reducir la ansiedad relacionada con su apariencia.

¿Cuáles son los síntomas del trastorno dismórfico corporal. trastorno dismórfico corporal?

El trastorno dismórfico corporal se caracteriza por una preocupación intensa y persistente por defectos percibidos en la apariencia física, que a menudo son invisibles para los demás o considerados poco significativos. Los síntomas incluyen: - Preocupación extrema por un defecto en la apariencia. - Convicción de tener un defecto que te hace feo o deforme. - Creencia de que otros prestan atención negativa a tu apariencia. - Comportamientos repetitivos para ocultar o arreglar el defecto, como mirarse en el espejo o rascarse la piel. - Intentos de disimular los defectos con maquillaje o ropa. - Comparaciones constantes con la apariencia de los demás. - Búsqueda frecuente de aprobación sobre la apariencia. - Tendencias perfeccionistas y búsqueda de procedimientos estéticos con poca satisfacción. - Evitación de situaciones sociales. Estos síntomas pueden causar un gran malestar y afectar negativamente la vida social, laboral y personal de quien lo padece. Además, la preocupación puede centrarse en diversas partes del cuerpo, como el rostro, el cabello, la piel, el tamaño de las mamas, la musculatura y los genitales. En algunos casos, puede presentarse dismorfia muscular, especialmente en hombres.

¿Cómo saber si una persona tiene trastorno dismórfico corporal?

El diagnóstico del Trastorno Dismórfico Corporal (TDC) comienza con una evaluación médica exhaustiva para descartar otras afecciones que puedan estar causando los síntomas. Si se considera necesario, el proveedor de atención médica puede remitir al paciente a un profesional de salud mental, quien realizará una evaluación más detallada para comprender la situación del paciente. Durante la evaluación psicológica, se examinan los pensamientos, sentimientos y comportamientos del paciente en relación con su imagen corporal, así como los factores de riesgo asociados. Además, se recopilan antecedentes médicos, personales, sociales y familiares y se observan los signos y síntomas específicos que pueden indicar la presencia del trastorno. Este enfoque integral permite al profesional de salud mental realizar un diagnóstico preciso y desarrollar un plan de tratamiento adecuado.

¿Cómo tratar el trastorno dismórfico corporal. trastorno dismórfico corporal?

El tratamiento del trastorno dismórfico corporal (TDC) combina la terapia cognitiva conductual (TCC) con medicamentos, lo que permite abordar tanto los pensamientos negativos como los comportamientos compulsivos asociados con la condición. La TCC se centra en ayudar a los pacientes a identificar y desafiar sus pensamientos distorsionados sobre la imagen corporal, así como a desarrollar estrategias para manejar los impulsos de mirarse al espejo o buscar la aprobación de otros. La participación de la familia en el proceso terapéutico puede ser crucial, especialmente en el caso de adolescentes. En cuanto a los medicamentos, aunque no hay tratamientos específicos aprobados por la FDA para el TDC, se utilizan comúnmente inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) que han demostrado ser efectivos en el control de los síntomas. Estos medicamentos ayudan a regular la serotonina en el cerebro, lo que puede reducir los pensamientos obsesivos y las conductas repetitivas. En algunos casos, se pueden considerar otros medicamentos en combinación con los ISRS, dependiendo de la gravedad de los síntomas. La prevención del TDC implica fomentar una imagen corporal positiva y promover la salud mental desde una edad temprana. Es fundamental educar a los jóvenes sobre la diversidad de la belleza y la importancia de la autoaceptación, así como proporcionar un entorno de apoyo donde se sientan cómodos expresando sus inseguridades. La intervención temprana y el acceso a recursos de salud mental pueden ayudar a prevenir el desarrollo de trastornos relacionados con la imagen corporal.

Trastorno dismórfico corporal: posibles factores de riesgo

El trastorno dismórfico corporal, que suele manifestarse en la adolescencia y afecta a ambos sexos, puede verse influenciado por varios factores de riesgo. Entre ellos se incluyen antecedentes familiares de trastornos similares, experiencias negativas en la infancia como burlas o abuso, rasgos de personalidad como el perfeccionismo, la presión social relacionada con estándares de belleza y la presencia de otras afecciones mentales como la ansiedad o la depresión. Estos elementos pueden contribuir a la aparición y desarrollo del trastorno.

Para concluir, es importante recordar que si se manifiesta alguno de los síntomas mencionados, es recomendable consultar a un profesional de la salud, ya que la detección temprana es clave para un tratamiento eficaz y para prevenir posibles complicaciones.

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