Múltiples beneficios
No es res: el caldo con más colágeno que previene la alopecia y regenera la piel
Este tipo de recetas aportan nutrientes y propiedades al organismo que mejoran su funcionamiento.
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El caldo de gallo es uno de los remedios caseros más efectivos y nutritivos que han pasado de generación en generación. Se remonta a una receta familiar que surgió, en principio, como un plato nutritivo aliado de la medicina para prevenir las enfermedades.
Su beneficio estrella es la capacidad de fortalecer los huesos del cuerpo y regenerar los tejidos de la piel para evitar el envejecimiento prematuro. Este caldo es una fuente rica en colágeno, conocido como la "proteína de la juventud", capaz de combatir las arrugas y promover el buen crecimiento del cabello.
Todos los beneficios medicinales del caldo de gallo
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: es una buena fuente de proteínas y nutrientes esenciales como el zinc, que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
- Propiedades antiinflamatorias: contiene aminoácidos como la glicina y la prolina, que ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo. Estos aminoácidos también son beneficiosos para la salud de las articulaciones y los tejidos.
- Hidratación: ayuda a mantener el cuerpo hidratado, lo que es crucial durante enfermedades como la gripe o el resfriado. Además, reabastece los electrolitos perdidos debido a la fiebre o la deshidratación.
- Alivio para el sistema digestivo: es ideal para personas con problemas digestivos o que están en proceso de recuperación después de una enfermedad. Los nutrientes en el caldo se absorben rápidamente, lo que facilita la recuperación.
- Fortalecimiento de huesos y articulaciones: el caldo hecho a partir de huesos de gallo contiene colágeno, que es beneficioso para la salud de las articulaciones, los huesos y la piel. El colágeno es una proteína que ayuda a mantener la elasticidad y firmeza de los tejidos.
¿Cómo se cocina el caldo de gallo para aprovechar sus nutrientes y propiedades?
Ingredientes
- 1 gallo entero
- 2 zanahorias
- 2 ramas de apio
- 1 cebolla grande
- 3 dientes de ajo
- 2 hojas de laurel
- 1 ramita de tomillo
- 1 cucharada de vinagre de manzana
- 3 litros de agua
Paso a paso
- Preparar el gallo: lava bien el gallo y córtalo en piezas si es necesario. También puedes retirar la piel si prefieres un caldo menos grasoso.
- Cocinar el gallo: en una olla grande, agrega el agua y el gallo. Lleva a ebullición y deja que hierva durante unos 10 minutos. Retira la espuma que se forma en la superficie para que el caldo quede más limpio.
- Añadir vegetales: agrega la cebolla, las zanahorias, el apio y el ajo a la olla. Cocina todo a fuego medio-bajo durante aproximadamente 1 hora, o hasta que el gallo esté tierno.
- Sazonar: agrega sal y pimienta al gusto. Si deseas, puedes agregar más vegetales como papas o yuca para hacer el caldo más sustancioso. Cocina durante 15-20 minutos más.
- Agregar hierbas: añade las ramas de cilantro o perejil hacia el final de la cocción para darle frescura y más sabor al caldo.
- Servir: una vez que el gallo esté bien cocido y los vegetales tiernos, retira la olla del fuego. Sirve el caldo caliente y disfruta acompañado de arroz o tortillas.
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