Sin precedentes

Científicos hallan la clave para unir y editar nuestros recuerdos: el sorprendente descubrimiento que lo explica todo

La búsqueda de los científicos continúa para desentrañar los mecanismos moleculares detrás de la formación de memorias duraderas.

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Durante años, se ha pensado que la proteína quinasa Mzeta (PKMzeta) juega un papel crucial en la formación de recuerdos.

Recientemente, un nuevo estudio ha revelado que otra molécula, la proteína adaptadora KIBRA, también está involucrada en este proceso. Esta ayuda a formar recuerdos a largo plazo marcando ciertas sinapsis en las neuronas mediante interacciones específicas.

Los científicos consideran que investigar más a fondo cómo KIBRA y PKMzeta trabajan juntas podría ser clave para desarrollar nuevas terapias relacionadas con la memoria.

Sinergia molecular: KIBRA y PKMzeta, una alianza para la consolidación de la memoria. Fuente: Shutterstock.  

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Cuál es el rol de PKMzeta

En 1970, los científicos descubrieron que el fenómeno de potenciación a largo plazo (LTP) contribuye a la formación de la memoria. Sin embargo, esto solo representa una parte del panorama. 

Para llevar a cabo este proceso, las sinapsis dependen de diversas moléculas para formar ciertos tipos de recuerdos.

Un caso notable es el de la PKMzeta, una proteína cuyo papel en la memoria fue evidenciado en un estudio de 2006. En este experimento, se observó que la inhibición de PKMzeta en el cerebro de ratas provocaba interrupciones en la memoria espacial, afectando el hipocampo. 

Si bien este hallazgo parecía ofrecer una solución clara sobre el misterio de la memoria, la realidad demuestra que la comprensión del cerebro humano es mucho más intrincada.

Uno de los problemas con considerar a PKMzeta como la molécula clave en la formación de la memoria es que esta proteína tiene una vida útil relativamente corta en el cerebro, permaneciendo solo unas pocas horas o días. 

Además, con aproximadamente 10.000 sinapsis por cada neurona, los investigadores aún no comprenden completamente cómo PKMzeta fortalece selectivamente algunas sinapsis y no otras.

¿PKMzeta: la llave maestra o una pieza del rompecabezas? Fuente: Shutterstock. 

Un descubrimiento revolucionario sobre la edición de recuerdos

Un reciente estudio de la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY) reveló información sobre la formación y edición de recuerdos

Publicado en Science Advances, el artículo demostró que la proteína adaptadora KIBRA trabaja en conjunto con PKMzeta para consolidar y mantener los recuerdos a largo plazo. 

Todd Sacktor, el principal autor del estudio explica que, durante la formación de la memoria, las sinapsis implicadas se activan, y KIBRA se posiciona específicamente en estas sinapsis. 

PKMzeta se une a KIBRA en estas sinapsis activas, ayudando a mantenerlas fuertes y estables. Esta asociación permite que los recuerdos se conserven durante años, a pesar de que tanto PKMzeta como KIBRA tienen una vida útil relativamente corta en el cerebro.

El estudio, realizado en ratones, descubrió que bloquear la interacción entre estas moléculas afecta la memoria espacial, sugiriendo que KIBRA actúa como el "eslabón perdido" que mantiene los recuerdos duraderos

El avance en la comprensión de estas interacciones podría abrir nuevas posibilidades para la manipulación de recuerdos

Por ejemplo, Sacktor menciona la posibilidad de usar terapia génica para introducir proteínas directamente en las neuronas, lo que podría fortalecer recuerdos debilitados

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