Hallan murallas que protegieron la primera iglesia del mundo en un yacimiento español
El reciente hallazgo ha revelado parte de la historia religiosa más antigua conocida.
En un sorprendente descubrimiento arqueológico, se han encontrado restos de murallas que protegían la que se considera la primera iglesia del mundo. Este hallazgo, realizado en el yacimiento de la Basílica de San Juan de Letrán en Roma, ha dejado a la comunidad científica asombrada por su importancia histórica. Las murallas, datadas del siglo IX, servían como estructura defensiva alrededor de la iglesia y del palacio donde residían las autoridades papales.
Un descubrimiento de gran valor histórico
Las excavaciones se realizaron en la explanada frente a la Basílica de San Juan de Letrán, antigua sede de los papas y uno de los lugares más emblemáticos de la cristiandad. Según los arqueólogos, estas murallas fueron erigidas para proteger tanto la iglesia como las residencias papales de las incursiones y conflictos de la época. Este tipo de descubrimientos son raros en un área tan estudiada como Roma, lo que resalta aún más su relevancia, apuntan desde El Español.
Murallas medievales y un legado antiguo
El equipo de investigación ha señalado que los muros descubiertos forman parte de una estructura defensiva compleja que podría haber sido escenario de enfrentamientos entre facciones aristocráticas que disputaban el control de la iglesia durante la Edad Media. Estos muros se encuentran en una zona que fue crucial durante el reinado del emperador Constantino, quien legalizó el cristianismo y construyó la primera iglesia en el sitio.
Lo que hace que este hallazgo sea aún más significativo es su conexión con la Basílica de San Juan de Letrán, considerada la iglesia más antigua del mundo y la "madre" de todas las iglesias. Esta basílica, que ha sido testigo de más de 1700 años de historia cristiana, ahora suma este descubrimiento a su ya rica historia, aportando nueva luz sobre la protección y la importancia del lugar en los primeros siglos del cristianismo, dice El Debate.
Este descubrimiento arqueológico no solo profundiza nuestro entendimiento de la historia religiosa y medieval de Roma, sino que también ofrece nuevas perspectivas sobre cómo se protegían los sitios sagrados en una época marcada por conflictos y cambios radicales. La investigación continúa, y los expertos esperan que estos hallazgos sigan proporcionando información valiosa sobre uno de los periodos más fascinantes de la historia cristiana.