La mermelada casera con vitamina C, fibra y antioxidantes que se prepara en un santiamén y es un elixir natural para la piel

A la hora de preparar en casa productos de supermercado, las mermeladas son una de las mejores alternativas, pues no sólo son fáciles de elaborar, sino que, además, esta modalidad permite personalizar los ingredientes a gusto de cada uno.

Así, existe una en particular que está repleta de ventajas para la piel. Esto se debe a que su protagonista es una fruta con diversos nutrientes beneficiosos para la salud del organismo, entre los que destacan la fibra, la vitamina C y los compuestos antioxidantes. Aquí te contamos de qué se trata y el paso a paso para disfrutar de este platillo.

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El ingrediente estrella para preparar esta mermelada casera

El kiwi es una baya originaria de China que se destaca por su ácido sabor y cascara con vellosidades. Así, su popularidad alrededor del mundo le ha permitido consagrarse como una de las alternativas más elegidas por quienes optan por llevar un estilo de vida saludable.

En cuanto a su valor nutricional, la Fundación Española de Nutrición (FEN) señala su aporte a la dieta de enzimas y vitamina C. Este último nutriente, además de ser uno de los antioxidantes naturales más potentes que existen- lo que la convierte en una aliada natural contra el daño oxidativo-, es un compuesto esencial para la síntesis de la proteína de colágeno, encargada de brindar estructura y elasticidad a la piel.

Además, sus enzimas contribuyen a los procesos de digestión. En esa misma línea, el sitio especializado Tua Saúde señala que esta fruta es rica en fibras, especialmente en pectina, por lo que estimula el funcionamiento intestinal y previene el estreñimiento.

Cómo preparar la mermelada casera que es un elixir para la piel

Para elaborar esta mermelada de manera sencilla necesitarás de los siguientes ingredientes

• 7 kiwis maduros
• 1 cucharada y 1/2 de estevia
• 40 ml de agua
• 2 cucharadas de miel
• 1 cucharadita de gelatina en polvo sin sabor
• El jugo de medio limón

Preparación

1. Pela todos los kiwis y colócalos en un bowl (escoge kiwis maduros pero firmes)
2. Coloca una olla a calentar a fuego medio y vierte en ella el jugo de limón y la estevia
3. En otra olla, prepara el polvo de gelatina, deja que se enfríe y luego fusiona esta mezcla con el kiwi
4. Añade miel y el agua restante hasta que obtengas la consistencia que prefieras.
5. Deja la preparación unos pocos minutos en el fuego. (20-30, removiendo ocasionalmente)
6. Finalmente, deja enfriar la preparación y viértela en un frasco de vidrio.
7. Deja refrigerar, preferentemente unas horas
8. Disfruta