El mensaje de Dios para este 15 de agosto que debes conocer: "Hermanos, Cristo resucitó"
En medio de los álgidos momentos que vive la Iglesia católica, Dios tiene un nuevo y poderoso mensaje para todos sus feligreses.
Los tiempos que corren demandan que la fe del pueblo cristiano hacía Dios se mantenga firme ante la adversidad y los problemas cotidianos que son transversales a cada persona, a esto se le suman las fuertes adversidades y retos que enfrenta el Vaticano y toda la Iglesia católica dentro y fuera de su comunidad.
Dios, en su inmenso amor, por medio de sus representantes en la Tierra lleva a diario un mensaje de amor, paz y esperanza para sobrellevar y superar los obstáculos que la vida les pone al frente.
El poder de la palabra de Dios en los días más complejos
Este 15 de agosto, Dios, por medio de sus representantes en la Tierra, es decir; la Iglesia encabezada por el papa Francisco, seguido por cardenales, arzobispos, obispos, sacerdotes y diáconos, envió su mensaje de amor y de victoria.
Primera lectura (Apocalipsis 11, 19; 12, 1-6. 10)
En esta lectura, se revela la figura de una mujer gloriosa, símbolo de la Virgen María, que da a luz a un hijo destinado a gobernar.
La imagen del dragón representa las fuerzas del mal que intentan destruir la esperanza y la vida. La victoria de Dios se anuncia en la protección de esta mujer y su hijo.
A modo de reflexión: Dios nos asegura que, aunque enfrentemos adversidades, su protección es constante. La fe en Su plan trae victoria sobre el mal.
Segunda lectura (1 Corintios 15, 20-27)
San Pablo afirma la resurrección de Cristo como la primicia de todos los muertos. Así como la muerte entró por Adán, la vida vuelve a través de Cristo, quien reinará hasta que todos los enemigos sean sometidos.
A modo de reflexión: La resurrección nos ofrece esperanza. Al confiar en Cristo, encontramos la promesa de la vida eterna, incluso ante la muerte.
Evangelio (Lucas 1, 39-56)
María visita a Isabel, y su saludo provoca la alegría en el niño que lleva en su vientre. María proclama el Magnificat, alabando a Dios por las maravillas que ha hecho. Su viaje a servir refleja el amor y la generosidad.
La reflexión del día: La vida de María nos enseña que el servicio y la alabanza a Dios son inseparables. Al servir a los demás, encontramos nuestra verdadera grandeza y alegría.
Este 15 de agosto, el mensaje de Dios nos invita a reconocer su protección y victoria, a confiar en la resurrección y a seguir el ejemplo de María en el servicio y la alabanza. En cada acto de amor y en cada agradecimiento, elevamos nuestros corazones hacia Él.