Sorprendente hallazgo: descubren las "primeras fotografías" de una civilización desconocida que existió cientos de años antes de Cristo
Un hallazgo que reescribe la historia de una civilización ibérica.
En un sorprendente descubrimiento arqueológico, los investigadores han revelado los primeros rostros humanos de la cultura de Tarteso en el yacimiento de Casas del Turuñuelo, situado en Guareña, Badajoz. Luego, se encontraron también escenas de guerreros. Estos hallazgos, realizado durante las quintas y sextas campañas de excavaciones del proyecto "Construyendo Tarteso", marca un hito en la comprensión de esta enigmática civilización que floreció en el suroeste de la península ibérica entre los siglos VIII y V a.C.
Primeras representaciones humanas
Hasta la fecha, la cultura tartésica se había considerado anicónica, es decir, sin representaciones humanas ni divinas, centrándose en motivos animales y vegetales. Sin embargo, el hallazgo de cinco relieves figurados ha cambiado radicalmente esta visión. Los arqueólogos han identificado dos de estas figuras como representaciones femeninas casi completas, adornadas con pendientes típicos de la orfebrería tartésica, mientras que otra figura parece ser un guerrero, identificado por los restos de un casco.
Esto fue en 2023. Además, en 2024, Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC) hallaron escenas de guerreros de los siglos VI-V a.C. grabadas en una placa de pizarra.
Este descubrimiento no solo aporta nuevos datos sobre la iconografía tartésica, sino que también desafía las teorías anteriores sobre su cultura y arte. Según los directores de la excavación, Esther Rodríguez y Sebastián Celestino, estas esculturas sugieren que la civilización tartésica podría haber tenido una rica tradición artística más compleja de lo que se pensaba anteriormente, según reportaron desde elDiario.es.
Diosas o mujeres importantes y guerreros
El hallazgo de estos rostros, que data del siglo V a.C., abre nuevas preguntas sobre su identidad. Los investigadores no descartan que se trate de divinidades femeninas del panteón tartésico o de mujeres destacadas en la sociedad. Las joyas y los detalles artísticos de las figuras femeninas reflejan una alta calidad técnica y un conocimiento avanzado de la orfebrería, similar a otros hallazgos en Cancho Roano y el tesoro de Aliseda en Cáceres.
El año pasado se desplazaron hasta el yacimiento técnicos del Instituto de Geología Aplicada para analizar la piedra utilizada en las esculturas, con el fin de determinar si el material proviene de canteras locales o fue importado. Este análisis, junto con la restauración y conservación de las piezas, proporcionará más información sobre las técnicas y materiales empleados por los tartésicos.
Además de los rostros humanos, en la sexta campaña de excavaciones también se ha desenterrado una placa de pizarra con escenas de guerreros grabadas, lo que proporciona una visión más detallada de los procesos artesanales y la vestimenta de la época. Este yacimiento sigue siendo una fuente inagotable de información, ofreciendo una perspectiva única sobre la vida y las prácticas sociales de Tarteso.
Un cambio de paradigma
El descubrimiento de los rostros humanos de Tarteso no solo es significativo por su rareza, sino también porque representa un cambio de paradigma en la interpretación de esta cultura. Según los investigadores, estos hallazgos permiten una nueva lectura de la historia del arte tartésico, mostrando que esta civilización tenía representaciones figurativas y no solo símbolos anicónicos como se creía hasta ahora.
Además, este hallazgo se enmarca dentro de una serie de descubrimientos en Casas del Turuñuelo, considerado uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de los últimos años en España. Las excavaciones han revelado un edificio protohistórico excepcionalmente bien conservado, con dos plantas de seis metros de altura, que proporciona una valiosa información sobre la arquitectura, la economía y la organización social de Tarteso.