No es la lenteja: este es el alimento que tiene más colágeno, hierro y proteínas
Por sus propiedades beneficiosas para el organismo, este alimento es uno de los más recomendados para reemplazar la carne vacuna. ¿Cuál es?
Las lentejas son una de las legumbres más nutritivas y energéticas que existen. Son bajas en grasas, aportan fibra, hierro, magnesio y zinc y se destacan por su excelente contenido proteico, una cualidad esencial para mantener un cuerpo sano y fuerte.
Como explican desde la Fundación Española del Corazón, "la ingesta diaria de proteína recomendada es de 0,8-1 g/Kg/día". Esto supone "2 o 3 raciones de alimentos ricos en proteínas".
La proteína puede provenir tanto de origen animal, como vegetal. Dentro de las opciones más conocidas está la carne vacuna, el pescado, los lácteos, el huevo y las lentejas. Sin embargo, la última no suele ser la favorita de muchas personas.
Una opción poco conocida es la sangre en cerdo. Este alimento aporta tanta proteína como las lentejas y la carne, pero tiene menos grasa. Además, es recomendado para prevenir la anemia y fortalecer los huesos.
¿Qué proteínas tiene la sangre cocinada?
Como explican desde la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la sangre animal, tanto de ganado vacuno, ovino o porcino, "se utiliza para la elaboración de embutidos como la morcilla, de materia prima para determinadas elaboraciones, o para mezclar en salsas".
Desde un punto de vista nutricional, la sangre cocinada "ofrece un importante contenido de proteínas similar al de la carne, en cantidad y valor biológico".
Asimismo, aporta vitamina A, B9, B3 y E y es una fuente de minerales, entre los que destaca el hierro. En este sentido, los especialistas remarcan que la incorporación de este alimento en la dieta puede "colaborar a la prevención de anemias ferropénicas causadas por deficiencia de este mineral".
¿Cómo preparar la sangre de cerdo?
La sangre de cerdo se puede preparar de distintas formas. En España, el plato más popular es la sangre encebollada, un platillo que lleva sangre de cerdo, cebolla y dientes de ajo.
Para prepararlo hay que cortar la sangre de cerdo en piezas de un tamaño similar y rehogar con la cebolla y ajo picados hasta que esté bien cocido. Una vez hecho esto, se puede añadir un chorro de vino blanco para aumentar el sabor y acompañar con verduras o arroz blanco.