Eva no nació de la costilla de Adán: explican el error más grande de la Biblia
Este reconocido lingüista argumenta que la palabra en hebreo utilizada en el texto original, "tsela", podría tener otro significado.
La historia de Adán y Eva en el Génesis es una de las más conocidas de la Biblia. En ella se narra la creación del hombre y su posterior caída en desgracia por desobedecer a Dios.
Un elemento central de este relato es la creación de Eva a partir de una costilla de Adán. Sin embargo, en los últimos años, algunos expertos han puesto en duda esta traducción.
Argumentan que la palabra en hebreo utilizada en el texto original, "tsela", podría tener otro significado.
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Eva no nació de la costilla de Adán
El Génesis, que significa "origen", es el primer libro de la Biblia. Este relato abarca los albores del cosmos, la formación del planeta y la narrativa de Adán y Eva, así como la crónica de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob.
En el capítulo II, versículo 21 y 22, las escrituras explican cómo Eva fue creada a partir de las costillas de Adán:
"Entonces Dios el Señor hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y, mientras este dormía, le sacó una costilla y le cerró la herida. De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre".
El lingüista Ziony Zevit, experto en literatura cristina, aseguró que el Texto Sagrado tiene errores en su traducción. En específico, propone que el hueso utilizado como fragmento no fue la costilla de Adán.
En un artículo publicado por la Sociedad de Arqueología Bíblica en 2001, el profesor de la Universidad Judía Americana, argumentó que el terminó utilizado en la Biblia podría ser en realidad báculo; lo que explicaría por qué los humanos no tienen uno.
Además, aseguró que esta palabra aparece más de 40 veces, pero solo en ese versículo fue adaptada como "costilla", lo que levantó sospechas.
¿Qué otros significados podría tener?
Existen múltiples partes del cuerpo que podría cumplir con las características descriptas en la Biblia, como las manos o los pies. Sin embargo, Ziony Zevit considera que la opción más viable sería el báculo, es decir, el hueso en el pene de muchos mamíferos placentarios.
Los hombres, a diferencia de otros animales, no tienen un hueso en su miembro. Y es por esta razón que el experto piensa que esta sería la interpretación sería correcta.