El único país de Sudamérica que tiene una "sopa sólida": es altamente proteica y fue declarada patrimonio cultural inmaterial
Esta preparación es un ejemplo de sincretismo cultural entre las influencias guaraní y española.
La diversidad gastronómica de América Latina es una amalgama de influencias que han marcado su identidad culinaria a lo largo de los siglos. Entre sus particularidades más destacadas se encuentra un país de Sudamérica donde su "sopa sólida" fue reconocida como patrimonio cultural inmaterial.
Esta preparación desafía las convenciones al ofrecer una textura sólida en lugar del caldo líquido tradicional, representando así un legado cultural profundamente arraigado en la región.
"Sopa sólida": ¿cuál es el país de Sudamérica que posee esta peculiar receta altamente proteica?
La sopa paraguaya, proveniente, por supuesto, de Paraguay, es conocida por su textura bizcochuelo salado y esponjoso y se destaca por su alto contenido energético y proteico, gracias a la preponderancia del maíz en su cocción.
Este país sudamericano ha preservado la tradición culinaria desde la época de los Franciscanos y las misiones jesuíticas guaraníes, contribuyendo significativamente al desarrollo gastronómico-cultural del denominado "área guaranítica".
Según el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición de Paraguay, esta sopa sólida también se encuentra en:
Nordeste de Argentina.
Zonas fronterizas del sur de Brasil, como Mato Grosso del Sur.
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Sopa paraguaya: la historia de la receta que se transformó en patrimonio cultural inmaterial
La sopa paraguaya ha sido oficialmente reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial del Paraguay mediante la Resolución n.º 592/2017 de la Secretaría Nacional de Cultura.
Esta distinción destaca el significado cultural y el arraigo en la gastronomía nacional de esta receta. En la actualidad, existen dos versiones sobre sus orígenes.
La primera de ellas sostiene que, en elmomento de la llegada de los españoles a tierras guaraníes, los locales celebraron una festividad en su honor. Al escasear la carne, improvisaron una preparación con harina de maíz envuelta en hojas de banana y cocida entre cenizas calientes.
Al presentarla, mencionaron en guaraní que la carne se había acabado: "So'o opa", expresión que los españoles interpretaron como "sopa", dando nombre al plato.
La segunda teoría atribuye el origen de la sopa paraguaya a un error culinario del primer presidente constitucional de Paraguay, Don Carlos Antonio López.
Su cocinera añadió demasiada harina de maíz a un plato habitual, resultando en una mezcla espesa que cocinaron en una sartén de hierro sobre un hoyo de fuego. Impresionado por el resultado, Don Carlos decidió denominarla "sopa paraguaya".