Pon tu cabeza en "modo avión" con este truco milenario para decirle adiós al estrés
Dile adiós al estrés. Esta práctica te liberará de las preocupaciones que te despiertan los dispositivos.
En el mundo moderno, las distracciones digitales son omnipresentes. Las notificaciones del celular interrumpen el trabajo, los correos electrónicos interrumpen la lectura, y las redes sociales dificultan disfrutar de una película.
Si esto te resulta familiar, no estás solo. Vivimos en una época donde la atención está secuestrada por recompensas rápidas y efímeras, como los breves videos en Instagram y TikTok, que han afectado nuestra capacidad de concentración en actividades más largas.
¿Qué es el Modo Monje?
El Modo Monje es una técnica de desconexión digital que busca restaurar tu enfoque. Este método, cada vez más popular entre expertos en productividad y bienestar emocional, implica desconectar todos los dispositivos tecnológicos por un periodo de tiempo para evitar las distracciones constantes.
Las recompensas rápidas del mundo digital, como ver videos cortos o revisar notificaciones, han aumentado nuestra tolerancia a la dopamina, la hormona de la recompensa.
Esta situación nos hace necesitar estímulos más intensos para sentir satisfacción, sacrificando nuestra atención y concentración. Implementar el Modo Monje no solo mejora la productividad, sino que también ayuda a recuperar la satisfacción personal y el bienestar emocional.
¿Cómo practicar el Modo Monje?
Establece objetivos de tiempo: comienza con períodos razonables, como una hora al día, para enfocarte en tareas importantes o disfrutar de actividades placenteras. Aumenta gradualmente este tiempo hasta poder desconectar un día completo o más, según tus necesidades personales.
Informa a tus contactos clave: avisa a las personas más cercanas sobre tu desconexión para evitar preocupaciones. Si es necesario, utiliza un teléfono básico para emergencias.
Disfruta del momento: aprovecha el tiempo de desconexión para redescubrir el placer en actividades simples y para disfrutar del presente. Observa cómo tu cuerpo y mente responden positivamente a la ausencia de distracciones digitales.
Recuperar el control sobre tu atención y concentración es crucial en un mundo lleno de estímulos constantes. El Modo Monje es una herramienta eficaz para mejorar tu productividad y bienestar emocional, permitiéndote disfrutar de una vida más plena y equilibrada.
¿Por qué hay que alejar los celulares de los niños?
La Academia Americana de Pediatría (AAP) ha actualizado sus recomendaciones sobre el uso de pantallas, destacando la necesidad de establecer hábitos mediáticos saludables desde una edad temprana.
En su guía de 2016, la AAP sugiere crear un plan de uso mediático adaptado a cada familia, que debe ser compartido con todos los cuidadores de los niños para asegurar su cumplimiento.
- 0-2 años: se desaconseja totalmente el uso de pantallas. Los bebés no deben interactuar con móviles ni otros dispositivos tecnológicos.
- 2-5 años: se recomienda un tiempo de pantalla de media hora a una hora al día.
- 7-12 años: una hora diaria, supervisada por un adulto, y nunca durante las comidas.
- 12-15 años: hasta una hora y media diaria, con especial cuidado en el uso de redes sociales.
- 16 años en adelante: un máximo de dos horas diarias. No se deben tener pantallas en los dormitorios.
¿Qué se le recomienda a los padres?
Zonas libres de tecnología: mantener las comidas familiares y otras reuniones sociales, así como los dormitorios de los niños, libres de dispositivos electrónicos. Apagar la televisión si no se está viendo ayuda a fomentar la interacción familiar y hábitos de sueño saludables.
No usar tecnología como pacificador emocional: los dispositivos pueden ser útiles para mantener a los niños ocupados, pero no deben ser la única herramienta para calmarlos. Es fundamental enseñarles a gestionar sus emociones, encontrar actividades para combatir el aburrimiento y usar técnicas de respiración para relajarse.
Ciudadanía digital: es crucial educar a los jóvenes sobre el uso responsable de los medios de comunicación. Hablar sobre los riesgos del ciberacoso y cómo actuar si son víctimas o conocen a alguien que lo esté sufriendo, ayuda a fomentar un entorno digital seguro y respetuoso.
La implementación de estas recomendaciones contribuye al desarrollo equilibrado de los niños, asegurando que el tiempo de pantalla no interfiera con otras actividades vitales para su bienestar.