Hallazgo excepcional

El día que intentaron reflotar el barco del temible pirata Barbanegra, hundido hace más de 300 años

El navío se encontraba en las costas de Carolina del Norte, donde fue encontrado en 1996 por Will Kirkman.

El pirata Barbanegra, el más temido del Atlántico y el Caribe en el siglo XVIII, vió perturbado el descanso en su tumba submarina de Carolina del Norte, donde unos arqueólogos intentaron sacar a flote el barco con el que se hundió hace 300 años.

El reinado del terror de Barbanegra fue corto, de apenas dos años -entre 1716 y 1718-, pero le reportó la fama de ser el bucanero más sanguinario de los siete mares. Y finalmente le costó la cabeza.

Los restos de su barco, el Queen Anne´s Revenge, yacen a unos 10 metros de profundidad en los Outer Banks -los bancos de arena situados frente a las costas de Carolina del Norte-, donde fueron encontrados en 1996 por Will Kirkman. 

El día que intentaron reflotar el barco del temible pirara Barbanegra, hundido hace más de 300 años. Imagen: Shutterstock.

Luego, en 2001, la empresa Intersal Inc. intentó extraer los restos del barco hundido en 1718, para realizar una investigación científica y posteriormente exhibirlos en un museo.

La historia del temible pirata Barbanegra

Barbanegra, cuyo nombre era Edward Teach, nació en Bristol, Inglaterra, pero es considerado un pirata de Carolina del Norte, porque allí llevó a cabo la mayor parte de sus ataques. 

Teach, conocido por apresar barcos franceses y españoles con permiso de la reina Ana de Inglaterra, pasaba por la roda a los capitanes de los navíos vencidos y, según cuenta la leyenda, obligaba a sus adversarios a comer sus propias orejas tras haberlas cocinado. 

Varios años después investigar el casco de la nave, arqueólogos de la Universidad de Carolina del Norte y del Instituto de Ciencias Marinas extrajeron un gran cañón del buque.

El cañón es uno de los 40 que embarcaba el Queen Anne´s Revenge, que, con una dotación de unos 300 piratas, había sido escogido por Barbanegra luego de les fue requisado a traficantes de esclavos. 

Finalmente, en 1718 el navío fue hundido en un enfrentamiento con buques del gobernador de Virginia, que había enviado al capitán Robert Maynard para poner coto a los desmanes del pirata. Maynard, tras vencer a Barbanegra, colgó su cabeza de uno de los masteleros del buque como ejemplo para otros corsarios.

Barbanegra fue uno de los principales azotes de los buques españoles y franceses en el siglo XVIII; las costas del sudoeste de Estados Unidos están repletas de los restos de más de 2000 navíos hundidos por tormentas o echados a pique a cañonazos.

Fuente: EFE

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