Descubrimiento arqueológico subacuático: hallan 2 de los 3 barcos de la Corona sueca hundidos en 1628
A 4 siglos de su hundimiendo en aguas del estrecho con dirección a Estocolmo, arqueológos encontraron los restos del los dos barcos de guerra.
Arqueólogos subacuáticos encontraron dos de los tres barcos construidos a semejanza del Vasa, uno de los navíos más poderosos de la Corona sueca en el siglo XVII, que se hundió a menos de un kilómetro de su viaje inaugural.
Con mejor fortuna, los tres barcos - el Applet (1629), el Kronan (1632) y el Scepter (1634) - formaron parte de la flota sueca utilizada en los conflictos bélicos contra Dinamarca y Holanda durante los siglos XVI y XVII.
Estos conflictos se centraron en el control del Mar Báltico y la protección de los intereses suecos.
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Un sacrificio en aguas del mar Báltico
Los barcos hallados sufrieron un naufragio intencionado en 1628 por los propios suecos para proteger a Estocolmo de ataques bélicos. Estos hundimientos se llevaron a cabo en Vaxholm, un canal estratégico con acceso a la capital.
Según National Geographic, los pecios de estos barcos gemelos del Vasa permanecieron bajo las aguas del Mar Báltico. A diferencia del Vasa original, localizado y rescatado en 1961, no hubo planes actuales para sacarlos a flote.
El descubrimiento de estos barcos llevó a la creación del Museo Vasa, donde se exponen las joyas y reliquias encontradas en los navíos de la Corona sueca del siglo XVII. Todavía queda un tercer barco por encontrar, lo que mantuvo el interés arqueológico y la exploración en la región.
El Vasa y sus navíos gemelos
El Vasa, orgullo del rey Gustavo Adolfo II, fue construido con más de mil robles y equipado con 64 cañones. Pesaba 1.200 toneladas, medía 69 metros de eslora y llevaba una carga de 700 esculturas.
Aunque el Vasa se hundió rápidamente, causando la muerte de unas cuarenta personas, sus sucesores - el Applet, el Kronan y el Scepter - sirvieron con éxito en la marina sueca y participaron en varios combates navales.
Los arqueólogos concluyeron que el hallazgo correspondió a dos de los barcos de guerra construidos después del Vasa.
"La conclusión evidente es que se han descubierto dos de los barcos de guerra sucesores del Vasa, ya que tienen la misma eslora y comparten muchos detalles constructivos", afirman los arqueológos involucrados en la investigación.
Estos descubrimientos enriquecieron nuestra comprensión de la historia naval sueca y subrayaron la importancia de las medidas defensivas tomadas por Suecia en una época de intensa rivalidad marítima.