Saqueodo por piratas

Descubrimiento sin precedentes | Hallan el barco romano más grande del Mediterráneo repleto de tesoros

En una expedición subacuática en las costas de Villajoyosa, dos aficionados del buceo encontraron un barco del siglo I d.C. hundido con su carga.

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En un descubrimiento arqueológico sin precedentes en las profundas aguas del mar Mediterráeno de Alicante, España, los buzos aficionados en la arqueología subacuática, José Bou y Antoine Ferrer, hallaron por accidente en Villajoyosa, un barco romano con su carga de tesoros completa.

El descubrimiento del gigante barco mercantil romano tuvo lugar en 1999. Los expedicionirios aficionados fueron arrastrados por el viento hasta el lugar exacto donde estaba el pecio esperando ser descubierto.

Cómo si se tratara de un pedido de las fuerzas del mar, según reportes de José Bou y Antoine Ferre, el objetivo para ese día de la expedición era encontrar los restos de otras barcas pesqueras que se habían hundido de forma reciente.

Barcos. Fuente: Shutterstock.

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Cuando los buzos se disponían a bajar para registrar el hundimiento de La Barqueta, el destino los llevó, por accidente o no, hasta las coordenadas del barco romano. 

Tras haber sido arrastrados los 20 metros, los buceadores aficionados de la arqueología subacuática se encontraron con un inesperado anclaje en el fondo del mar.

El descubrimiento y hallazgo del barco romano Bou Ferrer

El barco romano encontrado en las costas de Alicante, España, lleva ahora su nombre en honor a los dos descubridores del navío hundido.

Un reporte de National Geographic informó sobre el momento del hallazgo del pecio. Tras haber sido arrastrados 20 metros, Bou y Ferrer quedaron anclados al fondo del mar. Allí se dio el primer encuentro con la historia del barco romano hundido.

El ancla de su embarcación quedó sujeta a una ánfora de alta resistencia. Al principio todo fue confuso, el agua turbia y la profundidad del anclaje no permitió que los buzos identificaran fácilmente con sus cámaras, de qué se trataba con exactitud.

Un arqueologo desciende a la zona acotada. Fuente: National Geographic. 

Pese a los obstáculos propios de la navegación, los buzos lograron tomar algunos registros. Ya en mejores condiciones, los buzos tomaron un mejor registro del lugar y se dieron cuenta que su descubrimiento accidentado era en realidad una joya de las embarcaciones mercantiles de la roma del emperador Nerón, del siglo I.d. C.

En el año 2.000, el Centro de Arqueología Subacuática de la Comunidad de Valencia se hizo cargo del hallazgo y se apoyaron en las pruebas que Bou y Ferrer aportaron. Luego de esto, los arqueólogos profesionales, Carlos de Juan y Gustavo VIvar siguieron con la investigación científica.

Saqueos del tesoro del barco romano hallado en el mar Mediterráneo

El descubrimiento del pecio romano, que lleva desde el 2006 el nombre Bou Ferrer, tenía en sus cargas, ánforas, lingotes de plomo de sierra Morena grabados con la etiqueta "Emperador Germánico Augusto".

El pecio data del siglo I. d.D., con base a los arqueólogos que llevaron a cabo la investigación. Además, reportaron que el barco estaba en óptimas condiciones.

Los lingotes de plomo llevan impresa la leyenda impresa. Fuente: National Geographic. 

Como dato clave, los arqueólogos aseguran que el pecio romano tenía una longitud de 30 metros de eslora, lo que convierte a este navío romano en el más grande nunca antes hallado en el mar Mediterráneo.

Con el descubrimiento del bardo romano, se corrió rápidamente la voz que entre cargas hundidas yacía un tesoro valioso, lo que llevó a que piratas de la actualidad emprendieron expediciones subacuáticas para saquear el tesoro.

Con la intervención de las instituciones y arqueólogos profesionales, Bou y Ferrer se dieron cuenta de que el barco ya no estaba en las mismas condiciones. Las denuncias de los saqueos reportados fueron respaldadas gracias al material gráfico que habían obtenido en su primera expedición y que mostraba los faltantes del tesoro.

Tesoros. Fuente: Shutterstock.

Para el 2006, en colaboración con la dirección General de Cultura de la Generalitat Valenciana, la Universidad de Alicante, el Vila Museu y el Club Náutico de Villajoyosa, las autoridades competentes pudieron sellar la zona para evitar nuevos saqueos y poder así recuperar el tesoro hundido con el barco romano.

El pecio Bou Ferrer es un testimonio invaluable del pasado romano. Su conservación y estudio nos permiten comprender mejor la vida y las costumbres de una época fascinante de la historia.

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