La UE juega una carta fuerte para cerrar con el Mercosur: cómo es la apuesta de los 1000 millones de euros
El bloque europeo quiere apurar las tratativas, que vienen demoradas desde hace años. Entiende que el avance rápido de China se puede convertir en un problema para sus intereses.
La Unión Europea (UE) jugará un carta fuerte con la idea de destrabar de una vez por todas el acuerdo bilateral con el Mercosur, que lleva ya años de ida y vueltas. El conglomerado del que forman parte la Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil entiende que "muchas cosas" cambiaron desde 2019, cuando se logró el acuerdo político, y que debía haber una compensación que ayudara a mitigar los desequilibrios que esta situación genera.
El planteo central corrió por cuenta, sobre todo, del presidente de Brasil, Lula da Silva, que aprovechó la última visita de la presidenta de la UE, Ursula von der Leyen, y planteó el tema.
Ahora, el conglomerado europeo tiene todo listo para poner sobre la mesa una propuesta que va en ese sentido, y que incrementaría de forma importante los fondos que hoy aporta la UE en este sentido. Según fuentes oficiales, de los 200 millones de euros actuales se podría pasar a los casi 1.000 millones. La propuesta europea prevé duplicar o hasta más que triplicar el volumen actual.
Aquí se propondrá también la incorporación de préstamos y subvenciones que se verán por país y por rama, algunos de los cuales serán reembolsables y otros podrían no serlo.
Consultado sobre esta posibilidad, Francisco García García, Team Leader para América del Sur y Operaciones Regionales, se limitó a decir que "la UE está dispuesta a facilitar fondos de cooperación para ayudar a una implementación exitosa del acuerdo del Mercosur".
De los 200 millones de euros actuales, Paraguay es el más beneficiado ya que se queda con 80 millones de euros, seguido por Brasil (70 millones) y la Argentina (50 millones). Uruguay no recibe dinero, por lo que este cambio de escenario podría implicarle una mejora sustancial.
Al ser todavía un punto que está bajo análisis, no hay por el momento un esquema en cuanto a la repartición del dinero ni una fecha prevista para que se pueda acordar sobre este eje, lo que aspiran en la UE sea el último paso hacia la firma del acuerdo interbloques.
El eje casi central de este desacuerdo entre ambos bloques tiene que ver con la trazabilidad de los productos que llegan a los países miembros del Mercosur, sobre todo con lo relacionado a cuestiones ambientales. Aquí el más perjudicado es Brasil por el alto nivel de deforestación que la UE afirma que tiene de su superficie, y de allí su interés por negociar algunos puntos en favor del bloque.
Sin embargo, hay otro punto en conflicto que se intenta resolver con el incremento de fondos. Así como la mercadería del Mercosur ingresará con beneficios a la UE, lo mismo ocurrirá de forma inversa.
Esto afectará, por ejemplo, al sector automotriz de Brasil, clave para su economía. Así, la idea es que también se apunte a amortiguar esos efectos, en tanto que por otro lado se apuntará a las Pymes que también sufran ese proceso y aquellas que precisen mejorar sus sistemas para aprovechar el acuerdo con Europa.
La UE entiende que todo este proceso de negociación se está alargando demasiado y nota cómo otros actores mundiales, sobre todo China, avanza sobre algunos mercados de forma mucho más rápida, quitándole espacio.
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