¿Cuánto dura un segundo? Científicos descubren una verdad absoluta sobre la percepción del tiempo
El estudio científico publicado en Nature Human Behavior muestra que ciertos estímulos visuales pueden acelerar o ralentizar nuestra percepción del tiempo.
Un estudio científico reciente, liderado por el profesor de psicología Martin Wiener de la Universidad George Mason en Estados Unidos, ha revelado un mecanismo desconocido: las imágenes pueden influir en cómo percibimos el paso del tiempo.
Este trabajo, publicado en la revista Nature Human Behavior, demuestra cómo los estímulos visuales específicos pueden alterar nuestra experiencia temporal.
El tiempo se dobla ante nuestros ojos: cómo las imágenes nos engañan
La ciencia ha descubierto que ciertas imágenes no son solo memorables, sino que también pueden distorsionar nuestra percepción del tiempo, haciéndolo parecer que pasa más lento o rápido.
Aquellas imágenes que son más grandes, impactantes e inolvidables tienden a ser procesadas de manera más rápida por nuestro cerebro, lo que genera la sensación de que el tiempo se "alarga".
En contraste, las imágenes pequeñas, desordenadas y poco significativas son procesadas de forma más lenta, lo que comprime nuestra percepción del tiempo y da la impresión de que este "escapa" rápidamente.
"Estos resultados sugieren que los circuitos visuales median o construyen el tiempo percibido", escribieron los autores del estudio. "Esto proporciona evidencia de un vínculo entre las características de la imagen, la percepción del tiempo y la memoria que se puede explorar más a fondo con modelos de procesamiento visual".
Investigadores imitan el sistema visual del cerebro para comprender cómo percibimos el tiempo
Para desentrañar los mecanismos subyacentes a la percepción temporal, los investigadores emplearon un modelo de red neuronal convolucional recurrente que emula el sistema visual ventral del cerebro humano.
Esta técnica permite entender cómo funciona la percepción visual y cómo las imágenes alteran nuestra experiencia temporal de manera progresiva.
Los investigadores realizaron cuatro experimentos rigurosamente diseñados. En cada uno de ellos, grupos de voluntarios humanos fueron expuestos a una selección meticulosa de estímulos visuales.
"Muchos estudios anteriores se han centrado en cómo los estímulos visuales simples, como formas geométricas, puntos o colores, entre otros, influyen en el tiempo percibido. En cambio, nosotros buscamos observar características visuales superiores, como el tamaño, el desorden y la memorabilidad", explicó Martín Wiener.
El tiempo: más que un simple subproducto sensorial
Los científicos han estado investigando cómo las características visuales afectan nuestra percepción del tiempo, desafiando la noción de que el tiempo es simplemente un subproducto del procesamiento sensorial.
El nuevo estudio sugiere que el tiempo se construye en una etapa temprana del procesamiento sensorial, de manera independiente para cada sentido. Esto implica la existencia de un tiempo visual y un tiempo auditivo, cada uno con sus propias lógicas.
Este importante avance abre nuevas perspectivas para comprender el cerebro humano y su procesamiento de la información sensorial.
Los próximos pasos en la investigación se centrarán en aprovechar tecnologías de neuroimagen y estimulación cerebral para profundizar en los mecanismos que subyacen a la dilatación del tiempo.