Tomas cerveza pero tienes el colesterol alto: estos son los efectos que tiene en tu cuerpo
Revisando la relación entre la cerveza y el colesterol.
Muchos disfrutan de una cerveza fría, pero si te preocupa el colesterol alto, es importante entender cómo puede afectar esta bebida a tu salud cardiovascular.
Aunque el alcohol no contiene colesterol, su consumo influye en los niveles de colesterol en el cuerpo. El hígado, encargado de procesar tanto el alcohol como el colesterol, puede verse afectado por el consumo excesivo de alcohol.
Esto podría llevar a un aumento en la producción de colesterol malo (LDL) y triglicéridos, lo que a su vez puede contribuir a la acumulación de grasa en las arterias y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, apunta la Cleveland Clinic.
¿La cerveza es mala para el colesterol?
La cerveza, al ser alta en carbohidratos y contener alcohol, puede afectar los niveles de colesterol. Beber cerveza en exceso definitivamente puede aumentar los triglicéridos y el riesgo de desarrollar hígado graso, lo cual afecta negativamente el manejo del colesterol por parte del cuerpo.
Sin embargo, estudios acotados sugieren que el consumo moderado de cerveza podría ser beneficioso para los niveles de colesterol gracias a los polifenoles saludables para el corazón que se encuentran en la cebada, dice el portal Ria Health.
Consideraciones del consumo de alcohol si tienes colesterol
El consumo moderado, definido generalmente como una bebida al día para las mujeres y hasta dos para los hombres, puede tener ciertos beneficios, incluyendo la posibilidad de aumentar el colesterol bueno (HDL).
No obstante, es crucial recordar que estos beneficios potenciales no deben animar a quienes no consumen alcohol a empezar a beber ni justificar el consumo excesivo en quienes ya beben, afirman en el sitio web Patient.
Por todo esto, mientras que un consumo ligero y moderado podría ofrecer algunos beneficios, es esencial manejar la cantidad de alcohol que se consume, especialmente si ya existe preocupación por el nivel de colesterol o el riesgo de enfermedades cardíacas.
La clave es siempre la moderación y consultar con un profesional de la salud para obtener consejos personalizados acerca de la dieta y el consumo de alcohol.