No es yogurt: el alimento lleno de probióticos, vitamina A y D que ayuda a bajar de peso
También conocido como "oro líquido", este derivado de la leche contiene un coctel de nutrientes beneficiosos para la salud.
Los probióticos son microorganismos vivos esenciales para generar una barrera para las bacterias no beneficiosas. En general, se encuentran de manera natural en alimentos fermentados, como el yogurt, el vinagre de manzana, el kéfir, el kimchi o el chucrut.
En el último tiempo la utilización de la mantequilla clarificada, o ghee se ha popularizado. Se trata de un alimento de la India que está presente en diversas preparaciones asiáticas y en la actualidad es consumido como un reemplazo saludable de los aceites vegetales industriales.
La hierba medicinal llena de vitamina C que es un potente antiinflamatorio y ayuda a la gastritis
¿Qué es el ghee y qué propiedades tiene?
El ghee es una manteca clarificada cuya elaboración consiste en separar la leche de la grasa. De este modo, se obtiene un tipo de mantequilla sin lactosa y se produce un proceso de purificación de los lípidos.
También llamado "oro líquido", el ghee es componente esencial de la medicina ayurvédica y se destaca por sus beneficios probióticos. Además, para muchas personas funciona como una alternativa saludable a la leche entera ya que contiene menos cantidad de grasa y concentra más nutrientes.
En cuanto a sus propiedades medicinales, según un estudio de Instituto Indio de Tecnología de Delhi, contiene "ácidos grasos de cadena corta como el ácido mirístico, palmítico, esteárico y oleico, responsables de su mejor digestibilidad". Además, aporta "vitaminas liposolubles (A,D,E,y K) y ácidos grasos esenciales (ácido linolénico y ácido araquidónico)".
Asimismo, cuenta con antioxidantes que ayudan a retrasar el envejecimiento celular y previene enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo consumir la manteca ghee?
El ghee se puede conseguir en supermercados o también hacerse en casa. Sus usos son variados, pero principalmente se lo utiliza como sustituto del aceite o manteca en la cocina, especialmente para freír, sellar o dorar alimentos.
También funciona como en repostería para mejorar el sabor y la textura de tartas, galletas y panes.