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Sin carne y sin frutas: los exorbitantes costos de vida y la inflación afectan a New York

La mayoría de los neoyorquinos perciben que el precio de los alimentos ha aumentado más rápido que sus ingresos.

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El alto costo de vida en New York está ejerciendo una presión significativa sobre los residentes, especialmente en lo que respecta a la compra de alimentos saludables.

Una encuesta realizada por la organización No Kid Hungry arrojó resultados preocupantes, indicando que la mayoría de los neoyorquinos sienten que el precio de los alimentos ha aumentado más rápido que sus ingresos. Esto les dificulta adquirir productos esenciales para una alimentación nutritiva.

Bajó el nivel de consumo en New York: ¿Qué dice el análisis?

Según los datos recopilados del 16 al 20 de marzo de 2024, aproximadamente el 85% de los encuestados en todo el estado informaron que el costo de los alimentos estaba superando el ritmo de crecimiento de sus ingresos.

Este aumento en los precios ha llevado a que el 43% de los residentes experimenten algún nivel de inseguridad alimentaria, ya sea reduciendo la calidad y variedad de los alimentos consumidos o enfrentándose a la realidad de no tener suficiente comida.

En términos prácticos, estos desafíos económicos se traducen en cambios en los hábitos alimenticios de los neoyorquinos. Según la encuesta, el 40% ha reducido o eliminado la compra de alimentos como carne, pescado y huevos debido a su elevado costo.

Además, el 30% ha disminuido la adquisición de productos frescos, mientras que el 24% ha recurrido a alimentos como el arroz u otros "rellenos" para completar sus comidas.

¿Qué otros factores generan estrés entre los residentes de New York?

Este panorama económico está generando estrés adicional entre los residentes, con el 58% reportando niveles más altos de preocupación en comparación con el año anterior sobre cómo pagar alimentos nutritivos suficientes para ellos y sus familias.

Rachel Sabella, directora de No Kid Hungry New York, destacó la gravedad de la situación, señalando que muchas familias se enfrentan a la disyuntiva entre alimentarse adecuadamente y llegar a fin de mes.

Ante este escenario, queda patente la urgente necesidad de abordar las disparidades económicas que dificultan el acceso a alimentos saludables para los neoyorquinos.

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