La filósofa estadounidense que enseña por qué la empatía es posible lograrla en cualquier situación
Una intelectual oriunda de los Estados Unidos destaca la empatía en el arte, explorando cómo la fotografía y la literatura pueden conectarnos profundamente con las realidades ajenas.
En el mundo de la fotografía y la literatura, Susan Sontag se erige como una figura clave que nos enseña la importancia de la empatía, demostrando cómo estas formas de arte pueden fomentarla incluso en las circunstancias más difíciles.
Sontag, quien no tenía formación formal en arte o fotografía pero se sumergió en la escena cultural de Nueva York desde 1959, dejó una marca indeleble con su colección de ensayos de 1977, "On Photography".
Este libro, considerado uno de los textos artístico-históricos más influyentes sobre el medio, exploró profundamente cómo la fotografía afecta nuestra percepción de la realidad y cómo puede tanto alienar como conectar a las personas con las experiencias de los demás, plantea el sitio Artsy.
Los argumentos de Susan Sontag sobre la empatía en la fotografía y la literatura
Sontag argumentó que la fotografía, al capturar momentos de violencia o injusticia, podría correr el riesgo de desensibilizarnos frente al sufrimiento ajeno. Sin embargo, también creía firmemente en el poder de la imagen para despertar una respuesta empática en el espectador, una herramienta para visibilizar y sensibilizar sobre realidades ajenas a la propia experiencia.
Esta dualidad refleja la complejidad de la empatía en la era moderna, donde el constante bombardeo de imágenes puede amortiguar nuestro sentido de compasión, pero también tiene el potencial de amplificar nuestras capacidades empáticas al exponernos a las vidas y luchas de otros.
Por otro lado, en su discurso de aceptación del Premio Jerusalén 2001, publicado como "The Conscience of Words", Sontag se sumerge en la responsabilidad de las palabras y, por extensión, de quienes las usan, incluidos escritores y fotógrafos. Argumentó que la tarea principal de un escritor no es tener opiniones, sino contar la verdad y rehusarse a ser cómplice de las mentiras y la desinformación.
Este llamado a la integridad y a la representación honesta de las realidades -tanto atroces como extáticas- subraya la importancia de la empatía en el trabajo del escritor, cuyo objetivo debe ser siempre ampliar nuestra comprensión de lo humano, comentan en The Marginalian.
Sontag nos enseña que, en cualquier forma de expresión, desde la literatura hasta la fotografía, la empatía es no solo posible sino esencial. Nos recuerda que, a través de un compromiso genuino con la realidad y un rechazo a la simplificación, podemos acercarnos más a comprender las complejidades de la existencia humana.
Este enfoque no solo humaniza a quienes son representados en estas obras, sino que también enriquece a quienes las experimentan, fomentando una conexión más profunda con el mundo que nos rodea y sus habitantes.