El superalimento que no te puede faltar en la nevera si estas embarazada o sos diabético
Existe un alimento ancestral nativo de África que es fuente de minerales y proteína.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener una alimentación equilibrada basada no solo en el consumo de frutas, verduras y proteínas, sino que también sugiere incorporar a diario cereales integrales. Uno que es ideal es el mijo, originario de África.
Este alimento central no posee glúten, por lo que es apto celíaco, y es perfecto para sumar a la dieta de embarazadas y diabéticos.
Los beneficios del consumo de mijo
El mijo es rico en minerales, fibra, proteínas y antioxidantes:
Poseen grandes cantidades de proteína y minerales
El mijo posee mucha proteína vegetal: 100 gramos de este cereal contienen 3,6 gramos de proteínas. Este nutriente es fundamental para la adecuada contracción muscular.
Además, el mijo es rico en minerales como el potasio y el magnesio: 60 gramos de este cereal aportan el 29% del magnesio diario necesario.
Protege al corazón
La presencia de proteínas juega un rol clave en la protección del corazón. Así lo revela un estudio publicado en la revista The American Journal of Clinical Nutrition, que informa que las mujeres que ingieren una mayor cantidad de proteína vegetal tienden a tener menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y serán más saludables a lo largo de la vida.
Regula el azúcar en sangre
El mijo es rico en fibra ya que cada 100 gramos de alimento hay 1,8 gramos de fibra. Y entre sus principales características, evita los picos de glucemia.
Combatir el cansancio y la anemia
Este cereal es una gran fuente de hierro. Al respecto, los nutricionistas recomiendan el consumo de mijo para evitar y tratar cuadros de anemia, cansancio y fatigas. También, es recomendable su consumo para mujeres embarazadas y en período de lactancia.
Cómo consumir mijo, el superalimento especial para diabéticos
Es un alimento versátil que se puede incorporar de muchas maneras a la dieta. Una de ellas es hervida, cocinándola durante aproximadamente 30 minutos con un hervor lento. De esta forma, queda como una comida parecida al arroz o a la quinoa.
También, se puede mezclar con varias verduras o utilizarlo para crear rellenos de distintas preparaciones como hamburguesas y croquetas.